Formó parte de los llamados J-Sixer, los que aquel 6 de enero del 2021 (J en referencia al primer mes del año en inglés) se congregaron en Washington y asaltaron el Capitolio. Pam Hemphill, de 71 años, viajó desde Boise (Idaho) para protestar en la capital porque creía en la gran mentira de que Joe Biden no había ganado las elecciones y que a Donald Trump le había robado en las urnas.
Incluso el día antes de viajar a California para cumplir una condena de dos meses por la insurrección, Hemphill admitió que creía en esa gran mentira. “Me creí todo lo que escuchaba”, cube. Ingresó en la cárcel californiana de Dublin en el verano del 2022. Period conocida como “la abuela MAGA”.
Ha vuelto a los medios. “No voy a formar parte de esto, están intentando reescribir la historia”, afirmó al enterarse de que el presidente Trump, en su primer día de regreso a la Casa Blanca, había concedido clemencia a más de 1.5000 asaltantes del Congreso.
Ella ha dicho que no acepta ese perdón. “Aceptarlo sería un insulto a los policías del Capitolio, el estado de Derecho y a nuestra nación”, remarcó en la prensa native, en el Idaho Statesman.
“Los criminales el 6 de enero están intentando reescribir la historia diciendo que no fue un disturbio, que no fue una insurrección. Yo no quiero formar parte de esta gente que busca cambiar la historia de lo que sucedió aquel día”, insistió.
Lee también
Cumplió dos meses de prisión, y cube que se creyó la gran mentira del robo de las elecciones a Trump en el 2021
Su abogado le informó este martes de que ella estaba incluida entre los perdonados por la orden del presidente, algo que ha sentado mal a no pocos legisladores republicanos. Tiene previsto enviar una carta de rechazo de esta medida.
No será la primera que rechaza una orden semejante. El Tribunal Supremo dictó en 1833, en un falló que ratificó luego en 1915, que el beneficiario de este acto de clemencia tiene el poder de negarse a recibir el perdón del presidente.
Después de colgar en las redes vídeos en los que se le veía a ella entrando en el Capitolio, Hemphill se declaró culpable en mayo del 2022 de un delito menor por manifestarse y ejercer de piquete en el asalto al santuario de la democracia estadounidense. A cambio, el fiscal retiró otros tres cargos. El juez le impuso 60 días de prisión, tres años en libertad condicional y 500 dólares de multa.
Hemphill remarcó que guarda un recuerdo muy preciso de lo que vivió aquella jornada. A pesar de que había sido sometida a una reciente operación por un cáncer de pecho, viajó a Washington con los puntos en la herida. “Mi hermano me dijo: ‘vas a empezar pronto la quimio, ¿por qué no ir? Será probablemente el último acto de Trump’, y a mi me pareció una buena thought”, dijo.
Pero también rememoró que, una vez en el Capitolio, se encontró en una situación en la que la masa cada vez period más violenta, con consignas de atacar a los policías, “de romperles las piernas”.