El cantante y compositor de country-rock John David Souther falleció a los 78 años en su casa de Nuevo México “a lo largo del fin de semana” del 14 y el 15 de septiembre, según un comunicado difundido días después por su entorno acquainted que no especifica ni el día ni las causas de su muerte. Aunque nunca gozó de una popularidad desaforada entre el gran público, el músico desempeñó un papel basic en la historia del country-rock californiano del último medio siglo, sobre todo por su íntima conexión con los Eagles (su firma aparece en una docena de grandes clásicos de la banda) y por su vínculo con Linda Ronstadt, de la que fue pareja y que también grabó y popularizó varias de sus composiciones.
Souther ejerció a su vez como artista en solitario, sobre todo durante la década de los setenta y los ochenta. En aquel periodo rubricó cuatro álbumes adorados por los aficionados a los sonidos campestres y sistemáticamente ignorados en los circuitos comerciales: John David Souther (1972), Black Rose (1976), You’re Solely Lonely (1979) y Dwelling By Daybreak, del que se cumplen ahora 40 años. Su único éxito (menor) en medio mundo, y también en España, lo obtuvo con If You’re Solely Lonely, una canción que servía como tributo clamoroso al estilo vocal y sonoro de Roy Orbison, y que de hecho parafraseaba el título de una de las canciones más populares de este, Solely The Lonely (1960).
Ni siquiera las concesiones a una escritura más comercial y well-liked de Dwelling By Daybreak —que en la radio española difundía incesantemente Vicente Cagiao a través de su programa, Ciclos— sirvieron para que la obra de John David alcanzase ni una centésima parte de la popularidad de sus “casi hermanos” de los Eagles, así que el músico, desengañado y desfondado, no regresaría a un estudio de grabación hasta más de tres décadas después, con If The World Was You (2008). Sus últimas canciones originales, incluidas en otro álbum soberbio y mayormente ignorado, Tenderness, se remontaban ya a 2015.
Souther period pure de Detroit pero se crio en Amarillo (Texas), y esa doble filiación geográfica explica bien la naturaleza de sus composiciones, siempre eclécticas y bañadas de influencias campestres, pero nada canónicas. A mediados de los años sesenta se mudó a Los Ángeles y trabó amistad con otro músico emergente, Glenn Frey, con el que compartió apartamento durante una larga temporada y grabó un álbum precioso, cándido y olvidadísimo bajo el nombre artístico de Longbranch Pennywhistle. En 1971, Frey terminaría fundando junto a Don Henley, Randy Meisner y Bernie Leadon una de las bandas estadounidenses más laureadas de todos los tiempos, los Eagles. Y aunque J. D. (que a menudo abreviaba su nombre de pila así, con iniciales) nunca se incorporó oficialmente al grupo, ejerció a menudo como oficioso “quinto Eagle” y participó en la composición de una docena de sus canciones. Tres de ellas se hicieron famosísimas, New Child In City, Finest Of My Love y Heartache Tonight, pero la rúbrica de Souther también consta en James Dean, Doolin-Dalton, The Unhappy Cafe y varios títulos más del celebérrimo cuarteto.
Mientras period compañero de piso de Frey, Souther comenzó a salir con otro de los nuevos grandes nombres en la escena de la Costa Oeste, la celestial Linda Ronstadt, para la que escribió algunas de sus páginas más célebres, desde Faithless Love a Prisoner In Disguise, que acabaría sirviendo para titular el disco de 1975 de la cantante de Arizona. Pero J. D. nunca consiguió dar el salto de artista well-liked por cuenta propia, más allá de su enorme influencia en los círculos campestres. Ni siquiera le sonrió la fortuna cuando en 1973 propició el nacimiento de una superbanda junto a Chris Hillman, antiguo integrante de The Byrds, y Richie Furay, principal artífice de Poco. Los dos álbumes difundidos bajo la rúbrica The Souther-Hillman-Furay Band no pasaron de una acogida discreta.
Escaldado por el escaso predicamento como intérprete musical, J. D. Souther terminaría dedicando sus mejores esfuerzos a su sobrevenida faceta como actor, aunque en 1988 todavía desempeñaría un papel de relevancia en A Black And White Evening, un homenaje a Roy Orbison a cargo de algunos de sus más ilustres admiradores. La bendición definitiva como uno de los más grandes de su generación le llegó a J. D. en 2013 cuando ingresó en el Salón de la Fama. Un poco antes, en 2007, sus viejos amigos de los Eagles habían grabado un nuevo elepé tras un larguísimo silencio discográfico de 27 años, The Lengthy Highway Out Of Eden, y le dedicaron otro guiño descomunal eligiendo como primer sencillo How Lengthy, un tema que aparecía en el primer y homónimo disco de John David y del que casi nadie parecía acordarse. Fue la última vez que Souther pudo ejercer como “el otro” Eagle.
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