La llegada de Donald Trump a la presidencia de EEUU ha sido un duro golpe para los intereses ucranianos en su guerra contra Rusia. Zelenski está tratando de “arreglar” la relación con el estadounidense tras su bronca en la Casa Blanca pero mientras tanto, Estados unidos ha cerrado el grifo de las armas y ha suspendido el envío de equipamiento militar a Ucrania.
El bloqueo podría afectar a algunos de los sistemas de armamento más recientes comprometidos por Washington, como drones y munición para los sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad (HIMARS), un lanzacohetes múltiple ligero montado sobre un camión militar, todo valorado en 1.000 millones de dólares, que podrían ser 11.000 si la suspensión se prolonga en el tiempo. Estados Unidos ha sido el mayor proveedor de ayuda militar a Ucrania desde el inicio de la invasión rusa y ha destinado hasta la fecha 65.900 millones de dólares en apoyo castrense.
Mientras tanto, en el frente, Rusia continúa con sus ataques. Esta madrugada ha utilizado un misil balístico y varios drones para bombardear la región ucraniana de Odesa, donde ha provocado la muerte de un hombre de 77 años. El ataque provocó daños en infraestructuras críticas y dejó sin electricidad, agua y calefacción a una parte de la ciudad de Odesa, capital regional.