Rusia y Ucrania alcanzaron a principios de esta semana en Riad, con la mediación de Estados Unidos, un acuerdo de alto el fuego para una lista de infraestructuras energéticas en territorio ruso y ucraniano. También se habló del Mar Negro, donde Putin se comprometió a no bombardear “infraestructuras energéticas”. Pero lo cierto es que tan solo unas horas después del anuncio, el alcalde del puerto de Mikolaiv, en el sur de Ucrania, ha informado que se produjeron cortes de electricidad la madrugada de este miércoles en la ciudad, tras ser abatidos siete drones en la región durante la noche.
Rusia ha acusado en la última semana a Ucrania de incumplir el acuerdo alcanzado con Trump para suspender esos ataques, que habrían alcanzado en los últimos días varias instalaciones en el sur del país, incluida la anexionada península ucraniana de Crimea.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso afirmó que sus unidades de defensa aérea destruyeron nueve drones ucranianos durante la noche, incluidos dos sobre las aguas del Mar Negro.
El acuerdo alcanzado incluye centrales eléctricas e hidroeléctricas, subestaciones, transformadores y cualquier instalación generadora o transmisora de electricidad, señala la nota. Además, ambos bandos tampoco podrán atacar gasoductos, estaciones de compresión de gasoline, oleoductos, depósitos de petróleo y refinerías. Rusos y ucranianos también se comprometen a no golpear las plantas nucleares, algo de lo que ambos bandos se han acusado mutuamente desde el comienzo de la guerra, especialmente en el caso de la planta de Zaporiyia, la mayor de Europa.