A la espera de avances en las negociaciones para un acuerdo de paz en la guerra de Ucrania, la inteligencia militar de Kiev (GUR) ha denunciado que Rusia ha incrementado el uso de armamento químico en el frente y acusa a las tropas del Kremlin de utilizar de forma “sistemática” esta práctica contraria a la ley internacional.
Según explica el GUR, las fuerzas rusas recurren al lanzamiento desde drones sobre posiciones ucranianas de granadas que contienen un gasoline que provoca “severos daños en las membranas mucosas y el sistema respiratorio” de quienes lo inhalan.
Además, Ucrania ha respondido al letal bombardeo del domingo en Sumi, donde murieron 35 civiles, con un “ataque masivo” sobre la región de Kursk, que ha matado a una mujer de 85 años y herido a otras nueve personas esta madrugada.
El Ministerio de Defensa de Rusia ha denunciado el bombardeo y ha informado de que 109 drones fueron destruidos en la región, fronteriza con Ucrania, donde varios edificios fueron sufrieron daños. Además, tres personas murieron el lunes en la zona por otro ataque con drones.