La “reunión sobre la paz y la seguridad para Ucrania”, la cumbre auspiciada en París por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, en sintonía con el primer ministro británico Keir Starmer, que reúne a los 27 y responsables de la OTAN, UE, Turquía, Canadá y Australia y el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, discute la ayuda militar inmediata a Ucrania para que este país pueda continuar defendiéndose de la agresión rusa.
Es “el momento de la verdad para Europa”, según los analistas, después de que la Administración de Donald Trump haya girado en la política de EEUU de apoyo a Ucrania y a sus aliados. Macron anunció anoche nuevas entregas de armas al Gobierno de Kiev por valor de 2.000 millones como anticipo a esta decisiva cumbre para una coalición de voluntarios para Ucrania para “ultimar” las “garantías de seguridad” que se ofrecerán a Kiev en caso de acuerdo de paz con Rusia.
El presidente francés recalcó que se ha entrado en “una fase decisiva para lograr poner fin a la guerra” y urgió a Rusia a que acepte “sin condiciones previas” el alto el fuego de 30 días propuesto por EEUU y Ucrania. Por su parte, Moscú ha advertido de un choque directo entre la OTAN y Rusia porque “bajo la apariencia de una misión de paz, Gran Bretaña y Francia siguen tramando planes de intervención militar en Ucrania”.
En el otro lado, Corea del Norte ha enviado 3.000 soldados más a Rusia además además de más misiles, equipos de artillería y municiones para ayudar a Rusia, según estima de Corea del Sur.
El ministro de Exteriores francés se encuentra en Pekín para convencer a su homólogo de que China convenza a Rusia para que acuda a la mesa de negociaciones con el fin de poner fin a la guerra en Ucrania.
La Fuerza Aérea de Ucrania dijo el jueves que Rusia había lanzado 86 drones y un misil balístico Iskander-M durante ataques nocturnos.