Que la entrega de los Premios Goya llegue este sábado a Granada es un “agárrame el cubata” de guide. En un informativo antes de la gala de 2023, en Sevilla, el actor granadino Antonio Velázquez comentó que aquella period “la cuarta vez en Andalucía… la próxima en Granada, ¿no? A ver ese alcalde de Granada”. Minutos después y del tirón, el entonces alcalde, el socialista Paco Cuenca, recogió el guante en Twitter y se puso a ello. Luego ha afirmado que las gestiones venían de atrás, pero nadie había oído nada. Mañana, con una alcaldesa standard al frente, la ciudad que dedica apenas cinco millones de euros de su presupuesto anual a cultura, un 1,5% del complete, celebrará una gala que costará, al menos, 4,4 millones. De ellos, el Ayuntamiento soporta 3,4. El otro millón va a cuenta de la Diputación Provincial y la Junta de Andalucía. En Granada, que sin duda tiene una intensa actividad cultural todo el año, todo el mundo está contento por el acontecimiento, pero los profesionales de la cultura son escépticos sobre que eso suponga un beneficio para el sector y para la sociedad.
El poeta Alejandro Pedregosa sintetiza bien ese sentir: “Será una fiesta bonita, estará bien a nivel de canapés y trajes de noche; no obstante, cabe recordar que eso no es invertir en cultura, sino hacer una fiesta molona. Me gustaría más que el presupuesto dedicado a canapés lo empeñaran en las bibliotecas públicas o en hacer accesibles los espacios culturales, una de las grandes carencias culturales de esta ciudad”. Pedregosa tiene la impresión de que “el impacto de los Goya es mayor a nivel promocional o turístico que propiamente cultural. De hecho, las noticias siempre hablan del impacto económico”. Quizá sea ese el problema de la cultura en ciudades como Granada, que acaba siendo un aliño más en la ensalada del turismo, que es la prioridad absoluta.
Para la arqueóloga y catedrática Marga Sánchez Romero, vicerrectora de la Universidad de Granada, a cargo de la actividad cultural en la institución, muy relevante en la ciudad, “los Goya dan mucha visibilidad, pero lo interesante es la oportunidad de organizar actividades relacionadas con los premios y el cine”. Para Sánchez Romero, “se debería aprovechar esta oportunidad para reflexionar sobre el sector cultural y, en concreto, sobre el audiovisual. Los fastos son un elemento anecdótico”. Los actos relacionados con los Goya y el cine han sido numerosos en las semanas previas, como reconoce y agradece Andrés López, miembro de la ya disuelta banda Niños Mutantes, quien puntualiza: “Los Goya son a priori una buena noticia que ayudan a relacionar Granada con cultura, pero echo en falta más apoyo institucional al emprendimiento y a la industria cultural”.
La industria audiovisual en concreto quiere progresar en la provincia, pero le cuesta. Julio Grosso, de Film in Granada, servicio de la Diputación para promoción de la provincia como escenario de rodaje, repasa los datos disponibles: “Contamos con 170 profesionales asociados, 70 empresas y 130 localizaciones de la provincia en nuestra guía, donde se han rodado últimamente La sociedad de la nieve, Cerrar los ojos, Secaderos y Segundo Premio. La actividad cinematográfica en el territorio, en cualquier caso, es testimonial. En el bienio 2023-2024, según datos oficiales, Movie in Granada gestionó 183 producciones con una inversión directa de 800.500 euros, lo que ofrece una media de algo más de 4.300 euros por proyecto. Y aun así, el sábado el cine granadino aspira a 14 nominaciones. As soon as para Segundo Premio, una de ellas para Cristalino, por mejor actor revelación, y tres más para Mayte Cabrera, sonido, Sergio de la Puente, música unique, y Celia de Molina, corto de ficción.
El promotor musical Pepe Rodríguez, encantado también por la llegada a la ciudad de los premios del cine, comenta sin embargo: “Como persona que se dedica a la música, sector con números globales superiores a los del cine, me gustaría que tuviéramos el apoyo o difusión de este. En todo caso, ojalá que estos premios beneficien a la ciudad, al menos tanto como la ciudad se gasta en acogerlos”, añade. También la música es el ámbito de Amparo Sánchez, Amparanoia, tiene cierta sensación de que “los artistas de la ciudad no se verán reflejados en la gala en su medida y, por otro lado, habrá que esperar a ver cómo afecta esto a la cultura de Granada”.
Finalmente sí habrá, ha anunciado la Academia de Cine, presencia musical granadina. Los 2.300 asistentes a la gala que presentarán Leonor Watling y Maribel Verdú en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Granada —más otros 500 en una sala secundaria— escucharán a Estrella, Kiki y Soleá Morente, a Miguel Ríos, a Lola Índigo, a Dellafuente, así como a la orquesta y el coro de la Universidad de Granada como representación native. El cartel se completa con Alejandro Sanz, Amaral, Rigoberta Bandini, Zahara y Dora.
Disfrutar del famoseo, por otro lado, será a priori complicado. La mayoría de los invitados se montarán en dos AVE charters que saldrán de Madrid a mediodía del sábado y llegarán a sus hoteles granadinos con el tiempo justo de arreglarse y coger los autobuses que los llevarán al pie de la alfombra roja desde los 11 hoteles “oficiales”. A mediodía del domingo, los trenes llevarán a la expedición de vuelta. Además de quienes participan en la gala, que tiene ensayo normal este viernes, quizá el galardonado con el Goya Internacional 2025, Richard Gere, sea el que más tiempo pase en la ciudad, ya que su primer acto público está previsto también el viernes a media tarde.
![Proyección de la pelicula Blancanieves, con música en directo, en el marco de las actividades de los Premios Goya, en el teatro Isabel la Católica de Granada.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/UF7C47SAJZBG5NG77HORMAMC74.jpg?auth=391dda588d5cfc7a4dc589575a73136005272d6ad06d943ffd1e5f0f766f4e39&width=414)
Nani Castañeda, baterista de los Niños Mutantes y gestor cultural, coincide con Alejandro Torregrosa en que los Goya son “más farándula, glamur y fiesta que cultura. El cine es cultura, pero lo que rodea a la gala de los Goya no me lo parece tanto, aunque entiendo los beneficios de la visibilidad de la ciudad y las actividades previas. Debería tener efectos positivos, pero tengo entendido que la factura no es moco de pavo”.
En este momento, precisamente, la ciudad está inmersa en algo que todos los entrevistados mencionan, el deseo de Granada de conseguir la capitalidad europea de la cultura para 2031. “Granada es cultura, pero hay problemas endémicos, como ciertas infraestructuras deficientes y un presupuesto de cultura insuficiente y estrangulado por varios eventos e instituciones muy costosas”, añade Castañeda. Se refiere el músico a los casi cinco millones de euros que el Ayuntamiento destina a cultura en 2025 y que son apenas un 1,5% del presupuesto world, bastante menos del 6% de Málaga, del 4,3% de Sevilla o del 9,3% de San Sebastián, capital cultural europea hace unos años. Como también se refiere a que gran parte de ese presupuesto, dos millones, tiene un destino invariable: 1,5 millones para la Orquesta Ciudad de Granada, casi 400.000 euros para el Festival de Música de Granada o 200.000 para el Centro García Lorca. Las tres cuotas de los Goya se pagaron ya en 2023 y 2024. Castañeda opina que la inversión mínima para ser ciudad cultural es un 3% o 4% del presupuesto”, el doble que ahora. Y concluye con una reflexión: “Y no hacen falta subvenciones, hace falta un plan. Y si no, deberíamos volver a la remolacha y el tabaco”.
Los Goya, lienzo de reivindicaciones
Diversos colectivos han querido mostrar sus reivindicaciones utilizando el fulgor informativo de los premios Goya. Para ello, en la madrugada del jueves realizaron una acción en la que escribieron diversos mensajes reivindicativos en las ocho réplicas de los premios Goya de dos metros de altura que había distribuidas por la ciudad desde hace casi un mes. Así, los bustos han mostrado mensajes reflejando la dificultad de acceso a la vivienda, el empeoramiento de la sanidad pública, la contaminación de la ciudad o la lucha feminista, entre otros. Horas después, todas las estatuas estaban limpias de nuevo excepto una, que tuvo que ser retirada.
Cultura o no, como casi siempre, las expectativas de los políticos este sábado se centran en la repercusión mediática y su tirón turístico. Experiencias como la cumbre de la UE en la ciudad en 2023 ponen en remojo esas expectativas. Todos los estudios de impacto hablaban de un equivalente millonario en campaña publicitaria. Los viajeros crecieron de 2023 a 2024 un 3,6%, lo que parece más un crecimiento pure que el resultado de una atracción deadly hacia la ciudad. Los próximos presupuestos de cultura y las cifras de visitantes de 2025 darán su veredicto el próximo año.