“Después de más de un año de guerra y un derramamiento de sangre atroces, la región se encuentra en una encrucijada horrible (…) estamos viviendo una pesadilla. El trauma y el dolor que se han desatado son inconmensurables”, afirmó este lunes el coordinador especial de la ONU para el Proceso de Paz en Medio Oriente.
Sus palabras se produjeron poco después de que el Ejército de Israel haya vuelto a provocar varias matanzas en sus bombardeos, que han dejado 111 palestinos muertos en pocas horas.
En un informe al Consejo de Seguridad, Tor Wennesland dijo que la situación en Gaza se encuentra en una encrucijada sombría y urgió a la comunidad internacional a actuar con celeridad para “cambiar el peligroso camino en el que estamos”.
“Lo que estamos viviendo ahora es el resultado de haber puesto a prueba todos estos puntos de ruptura durante demasiado tiempo”, señaló.
Wennesland indicó que las agencias humanitarias siguen enfrentándose a un entorno operativo peligroso, mientras que los ataques a la ayuda que consigue entrar continúan sin resolverse.
Resonarán por generaciones
La devastadora guerra y la arremetida militar israelí en Gaza han causado una destrucción generalizada y numerosas decenas de miles de víctimas, y los ataques y toma de rehenes de Hamás al sur de Israel el 7 de octubre de 2023, son desgracias que resonarán durante generaciones “y darán forma a la región de maneras que aún no podemos comprender por completo”, advirtió.
Asimismo, el diplomático destacó que la situación humanitaria en Gaza es “catastrófica” y se acentúa con la llegada del invierno, sobre todo en el norte de la Franja, donde se registran desplazamientos forzados masivos destrucción extensiva y desmonte de tierras, en medio de un preocupante desprecio por el derecho internacional humanitario.
Wennesland sostuvo que las condiciones actuales en Gaza se cuentan “entre las peores vistas durante la guerra y no hay visos de que mejoren”.
Ciclo destructivo en Cisjordania
Con respecto a la Cisjordania ocupada, aseveró que sigue atrapada en un ciclo destructivo de violencia y desesperación, con continuas operaciones militares israelíes en las ciudades palestinas y los campos de refugiados en la Zona A, que a menudo conducen a intercambios de fuego con militantes palestinos, y con los altos niveles de violencia relacionada con los colonos.
Una vez más, Wennesland se pronunció contra las medidas del gobierno israelí para acelerar el avance de los asentamientos y las peticiones abiertas de la anexión formal de Cisjordania en los próximos meses, así como del establecimiento de asentamientos en Gaza, hechas por varios ministros israelíes.
“A la luz de los acontecimientos en Gaza y la reciente aprobación por parte de Israel de leyes contra las operaciones de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), debo emitir una advertencia urgente de que el marco institucional para apoyar al pueblo y al Estado palestinos está al borde del colapso, amenazando con sumir al territorio palestino ocupado en un caos aún mayor”, recalcó.
En este sentido, el coordinador especial advirtió que las provisiones que se están tomando sobre el terreno en Gaza y la Cisjordania ocupada “nos están alejando cada vez más del proceso de paz y de un eventual Estado palestino viable”.
También declaró que aunque los preparativos para la recuperación y la reconstrucción estén bien encaminados en Gaza, la ayuda humanitaria y la reconstrucción no serán más que una asistencia temporal en ausencia de una solución política.
La comunidad internacional debe marcar el camino
“Si las partes no pueden encontrar una salida a la guerra perpetua, la comunidad internacional debe determinar el camino a seguir”, subrayó, y abundó que es la comunidad internacional la que debe establecer parámetros claros sobre cómo terminar la guerra en Gaza de forma que allane el camino para un futuro político sostenible.
Wennesland identificó un conjunto de principios que necesitan protección y atención urgentes, resaltando el de que Gaza es parte integral del futuro Estado palestino y debe seguir siéndolo, sin ninguna reducción en su territorio.
Gaza y Cisjordania deben estar unificadas política, económica y administrativamente, y deben tener un gobierno palestino que sea reconocido y apoyado por el pueblo palestino y la comunidad internacional, apuntó.
Asimismo, hizo hincapié en que no debe haber una presencia militar israelí a largo plazo en Gaza, y en que deben abordarse las preocupaciones de seguridad de Israel.
“No puede haber una solución a largo plazo para Gaza que no se sustente en una base política”, argumentó, y añadió que se necesita un marco político que permita a la comunidad internacional movilizar las herramientas y establecer un cronograma para poner fin ala conflicto, basado en principios bien reconocidos, con la capacidad de aprovechar las fortalezas, los recursos y la influencia de la región y los socios internacionales con las partes.