Resulta inevitable asociar el nombre de Alexandre Dumas (Villers-Cotterêts, 1802- Dieppe, 1870) a obras como Los tres mosqueteros, El conde de Montecristo o La dama de las Camelias, convertidas en grandes clásicos. Sin embargo, son menos los que conocen que el autor y dramaturgo francés también fue un apasionado de la historia del arte, hasta el punto de elaborar una guía completa de casi 2.000 páginas de la Galería de los Uffizi de Florencia que publica ahora, por primera vez, Éditions du Chêne en siete volúmenes. Un trabajo que incluye una historia de los Medici y de algunos de los pintores expuestos, además de una síntesis de ocho siglos de pintura “desde sus pruebas en Egipto y Etruria” hasta el Renacimiento.
Dumas llegó a Florencia en 1840 acompañado de su esposa Ida. Una ciudad que había visitado con anterioridad y que consideraba “la más bella de toda Italia y por tanto del mundo”. Tenía por entonces 37 años y su nombre resonaba ya en teatros y librerías. Sin embargo, pese al incipiente éxito, tenía deudas. “En París se encuentra en una situación económica difícil, por lo que se va a Florencia, donde la vida es menos cara”, explica a la agencia AFP Jocelyn Fiorina, presidenta de la Sociedad de los Amigos de Alexandre Dumas y una de las coautoras de este lanzamiento junto a Cristina Farnetti, que redescubrió este desconocido tesoro, que califican de “excepcional”.
En París, Dumas se encuentra en una situación económica difícil, por lo que se va a Florencia, donde la vida es menos cara”
La conocida galería le brindó una oportunidad de oro: escribir en francés una obra para dotar la pinacoteca de todavía más renombre. Lo haría mediante libros por entregas que se venderían mediante suscripción a bibliófilos e instituciones. “Dumas ofrece a sus lectores mucho que leer. Sus investigaciones las aprovechará durante el resto de su carrera”, aseguran desde el sello, que pone como ejemplo El conde de Montecristo, en la que se nombran lienzos allí expuestos.
Dumas aporta también algunas anécdotas y datos curiosos del mundo del arte como, por ejemplo, que Francesco Del Giocondo pagó a forty five.000 francos por el retrato de su esposa, la Mona Lisa. Dumas cube: “Leonardo da Vinci había trabajado durante cuatro años en este retrato y siempre lo consideró inacabado”.
Terminada su tarea, que se extendió durante varios años, Dumas se instaló en París. Allí, las novelas por entregas empezaban a extenderse por la prensa y él tenía la experiencia de Florencia, así que sacó adelante una saga histórica que le rondaba por la cabeza desde hacía años sobre unos mosqueteros bajo el mandato de Luís XIII.