La última reunión entre los representantes de los trabajadores municipales y los de las correspondientes cuatro empresas concesionarias con el objetivo de frenar la huelga prevista durante estas fiestas navideñas concluyó la mañana de este lunes sin que las partes alcanzaran ningún acuerdo. Al parecer apenas se produjeron movimientos. Y encima, en principio, al menos por ahora, no está previsto que se celebre ninguna otra reunión para acercar posiciones.
En estos momentos todo apunta a que la protesta laboral se desarrollará desde las diez de la noche de este domingo, del día 22, hasta las diez de la noche del miércoles, del día 25. De hecho, las partes comienzan ya a responsabilizar en parte al Ayuntamiento de la falta de acuerdos. Son algunas de las jornadas más complicadas del año. Además, una huelga en estas fechas tan señaladas siempre tiene un coste político.
Después del encuentro de mediación celebrado en dependencias del departament de Treball de la Generalitat, Ramon Cebrián, presidente de la Federación de Servicios Públicos de UGT, aseguró en declaraciones a la Agència Catalana de Notícies (ACN) que “llevamos ya muchos meses esperando una modificación de la parte económica que finalmente no se ha producido de ningún modo. Los trabajadores ya no pueden esperar más”.
Se trata de la principal contrata municipal, con un gasto de 340 millones anuales entre el 2022 y el 2030
Hace unos pocos días el gobierno del alcalde Jaume Collboni impelió a las empresas concesionarias del servicio a atender las reivindicaciones de sus trabajadores y actualizar sus salarios. Entonces la primera teniente de alcalde, la socialista Laia Bonet, subrayó que el pleno del Ayuntamiento de julio aprobó una aportación extraordinaria para las empresas concesionarias de 168 millones de euros en el marco de la correspondiente revisión de precios propia de cualquier contrato. Se trata más o menos de un diez por ciento del coste del servicio. Hablamos de la principal contrata del Consistorio, de una gasto municipal de unos 340 millones de euros anuales entre el 2022 y el 2030.
Los trabajadores del servicio, sin embargo, esperaban que el ejecutivo del alcalde Collboni redoblará estos días su presión sobre las empresas concesionarias de una manera mucho más contundente. El representante de la UGT también señaló al término de la última reunión que las compañías insisten en que “si el Ayuntamiento no mueve ficha no hay nada que hacer”. De ahí que Cebrián aprovechara el tercio para reclamar al ejecutivo socialista “que no apoye tanto y se siente a resolver el problema. Está muy bien ser tan solidarios, pero si la administración native continúa sin hacer nada esta situación repercutirá en los ciudadanos de Barcelona”.
Una de las cuestiones abordadas durante el encuentro fueron los servicios mínimos. Los trabajadores presentaron una propuesta que incluye “la acción inmediata” y la limpieza en los alrededores de hospitales y mercados, así como la recogida de cristales en tanto que pueden suponer un peligro para los ciudadanos. De todas formas el representante de la UGT también destacó que al Ayuntamiento parece más interesado en la recogida de cartones, dado que siempre resulta más llamativa “Al Ayuntamiento le interesa la imagen y a nosotros la salud o el posible perjuicio para la salud”, añadió.
Las partes reclaman una mayor implicación del Ayuntamiento en el conflicto
Entretanto, mientras se celebraba al reunión de mediación, unos 200 trabajadores del servicio cortaron la calle Sepúlveda a modo de protesta. “Queremos nuestro dinero”, exclamaron airados. Luego, según detalla el teletipo de la ACN, los trabajadores quemaron un contenedor y una papelera, y también hicieron explotar unos cuantos petardos.