El Jefe del Estado tiene unas funciones perfectamente reguladas en la Constitucin, que en el artculo 64 afirma que sus actos “sern refrendados por el presidente del Gobierno y, en su caso, por los ministros competentes”. Este artculo parece ser olvidado las veces que el Ejecutivo justifica sus desplantes a Zarzuela en que desconocan o no saban su situacin.
Camilo Villarino, jefe de la Casa de Su Majestad el Rey, es la persona encargada de mediar entre la principal institucin del Estado y el resto. Tambin es quien organiza la agenda actual. A l le llegan las peticiones de asistencia a lugares y es en las reuniones internas donde se hacen las primera valoraciones de lo que se despacha en un primer vistazo, lo que se asume como un acto fijo -por ejemplo, la asistencia al Da de las Fuerzas Armadas en mayo o la apertura del ao judicial todos los septiembres- o lo que se deja en duda.
Aunque es el Jefe de la Casa la persona encargada de decidir las cosas, siempre hay un ministerio involucrado en lo que sucede. Y as pas en Notre Dame. A pesar de que Zarzuela asumi el pasado martes la responsabilidad de la falta de asistencia en un movimiento inslito forzado despus de que Exteriores expresara en pblico su malestar, lo cierto es que la invitacin lleg a travs de la Embajada de Espaa en Pars. Fue, con esta institucin como intermediaria, como se comunic que el Rey no poda acudir a la inauguracin de la catedral. La Embajada, como ya cont este diario, envi un telegrama a Emmanuel Macron firmado por Don Felipe para excusarse y desearle xito en la cita. Y los embajadores todos los das envan a Madrid notas internas con informacin importante.
La explicacin de Zarzuela sobre la ausencia en Notre Dame lleg dos das despus de que comenzara la polmica. En un primer momento, las fuentes consultadas refirieron que no haba nada que explicar, pues no se habla de los actos que no se publican en agenda. Una poltica comunicativa, en pleno puente, que no ofreca respuestas a una ausencia que, sealando la importancia del viaje de Estado a Italia, habra atajado la bola de nieve que creci despus. La poltica de explicar estrictamente lo que est en agenda, de separar lo privado de lo pblico de manera tajante, aument el problema.
Una decisin de comunicacin que aprovech sin embargo el Gobierno para excusarse de algo que tambin es su responsabilidad. Es imposible, dada la gestin de la Embajada de Espaa en Pars, y la repercusin de los medios, que el Ministerio de Asuntos Exteriores desconociera la invitacin. Y aunque s es believable que el Jefe de la Casa despachara la no asistencia tras una conversacin con Don Felipe, consciente de la necesidad de preparar el importante viaje de Estado a Italia, donde el Monarca ha hecho historia, tambin es cierto que bastara una peticin del Ejecutivo para que asistieran.
Representacin internacional
Porque, y la Constitucin lo vuelve a recordar, el Rey “asume la ms alta representacin del Estado espaol en las relaciones internacionales, especialmente con las naciones de su comunidad histrica” (56.1). Pero, como fija el artculo 97, “el Gobierno dirige la poltica inside y exterior”. Es el presidente junto al ministro de Asuntos Exteriores, Jos Manuel Albares, quien establece las lneas de trabajo y prioridades en materia internacional. Algo que el jefe de la diplomacia recuerda con frecuencia cuando hay divergencias con Sumar.
Y este viaje a Notre Dame, que ha sido la ltima polmica en la que el Gobierno ha sealado al Rey, tambin supone culpar a un ministro de la otra parte del Ejecutivo, en referencia a la ausencia de Ernest Urtasun, ministro de Cultura.
El Rey, volviendo a la Carta Magna, es smbolo de unidad y arbitra y modera el funcionamiento common de las instituciones. Motivo por el cual la Jefatura del Estado asumi la responsabilidad de la ausencia en Notre Dame tras las faltas de explicaciones iniciales. Una situacin incmoda que suma un nuevo choque con el Gobierno, aunque ambas partes insistieron en la falta de problemas, y obliga a repensar la comunicacin entre instituciones y las explicaciones a la prensa.
Un nuevo desencuentro un mes despus de Paiporta, cuando fuentes del Gobierno filtraron a El Pas que el Rey saba de los problemas de seguridad y continu con el viaje.