El expresidente peruano Pedro Castillo fue trasladado a un hospital por una descompensación tras iniciar hace cuatro días una huelga de hambre en protesta por el juicio por rebelión en su contra..
El tribunal de la Corte Suprema que lo juzga informó al inicio de la sesión del jueves que Castillo, de 55 años y quien permanece en prisión preventiva, fue enviado a un hospital por presentar una “descompensación” y para descartar un “trastorno hidroelectrolítico y una deshidratación leve”.
La fiscalía ha pedido 34 años de cárcel por el presunto delito de rebelión, tras su intento de disolver el Congreso en diciembre de 2021 para evitar una votación de destitución y gobernar por decreto.
Dos médicos examinaron a Castillo antes de que fuera remitido al hospital y, según el documento que leyeron los jueces en la audiencia, estuvo casi una hora conectado “a una vía con suero” en la cama de su celda. Le diagnosticaron de forma adicional “un posible síndrome conversivo”, que suele estar relacionado con el estrés o problemas emocionales.
El expresidente está en prisión preventiva desde el 7 de diciembre de 2022, el día en que leyó un discurso ante las cámaras de la televisión pública para gobernar por decreto y en el que no fue respaldado por las fuerzas de seguridad. Fue detenido a la salida y la justicia ordenó tres años de prisión preventiva en su contra mientras es procesado por rebelión.
El Congreso lo destituyó ese día y su entonces vicepresidenta Dina Boluarte asumió el poder. Hubo tres meses de protestas en los Andes que dejaron 50 civiles fallecidos.
El expresidente ha calificado el juicio de “pantomima” y ha cuestionado a Norma Carbajal, una jueza del tribunal que lo juzga, por haber adelantado su opinión. Solicitó que sea reemplazada.
Castillo se ha negado a tener una defensa authorized en el juicio y su primer abogado gratuito renunció. Ahora tiene a otros dos abogados gratuitos a quienes también ha rechazado. El martes otro informe de la agencia que administra las cárceles peruanas indicó que los médicos de la fiscalía habían diagnosticado a Castillo con “una ligera deshidratación” en el segundo día de su huelga de hambre.
El mismo ente ha indicado que la huelga de hambre de Castillo es un acto de indisciplina, según las normas penitenciarias, por lo que lo sancionó con la suspensión de visitas y el aislamiento.
El miércoles el expresidente solicitó una medida cautelar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que ordene al gobierno peruano que cesen las sanciones, según indicó Walter Ayala, un exministro de Castillo que fue en el pasado abogado del exmandatario.
En la puerta del hospital II de Vitarte, donde Castillo fue trasladado, una decena de simpatizantes escuchó por teléfono a la esposa del expresidente, Lilia Paredes, quien está asilada en México junto a sus dos hijos. Paredes aseguró que no se cansará de “luchar y pedir a los organismos internacionales que, por favor, se pronuncien porque están acabando con la vida de un ser humano”.
El profesor rural que llegó al poder en 2021 también enfrenta otra investigación en la fiscalía por actos de presunta corrupción durante su gobierno, que incluyen ascensos irregulares dentro del escalafón militar y la designación de un consorcio para construir un puente sin respetar supuestamente las bases de un concurso.
[Con información de AP]
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