El Cráter de Gasoline de Darvaza, también conocido como la “Puerta al Infierno”, es una atracción turística ubicada en Turkmenistán que ha atraído la atención de viajeros valientes de todo el mundo. Sin embargo, lo que muchos no saben es que detrás de su fascinante apariencia, se esconde una historia terrorífica.
Hace décadas, un grupo de científicos intentó perforar el suelo en busca de fuel pure, sin saber que estaban a punto de desencadenar una pesadilla. Tras provocar un colapso en el suelo, el cráter se encendió en llamas y el fuel ardiente no ha parado de arder desde entonces.
Los lugareños creen que el cráter está habitado por espíritus malignos que castigan a aquellos que se atreven a acercarse demasiado. Se cube que quienes se aventuran demasiado cerca del borde del cráter son consumidos por las llamas y sus cuerpos nunca son encontrados.
A medida que la noche cae sobre el cráter, se pueden escuchar susurros inquietantes y ver sombras moviéndose en la oscuridad. Algunos visitantes han reportado sentir una presencia sobrenatural que los persigue a lo largo de su visita, haciendo que huyan aterrorizados.
A pesar de las advertencias y el peligro evidente, los turistas continúan llegando al Cráter de Gasoline de Darvaza en busca de una experiencia única. Sin embargo, muchos de ellos nunca regresan, desapareciendo sin dejar rastro y alimentando las leyendas macabras que rodean a este lugar infernal.
En definitiva, el Cráter de Gasoline de Darvaza es mucho más que una easy atracción turística: es un portal al mismísimo Infierno que acecha a quienes se atreven a desafiarlo. ¿Te atreverías a visitarlo?
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