En lo más alto de Monte Samat, en Filipinas, se encuentra un monumento de guerra que se alza imponente sobre la colina. Pero detrás de su apariencia majestuosa y solemne, se esconde una misteriosa leyenda que ha aterrorizado a los locales durante generaciones.
Cuentan los lugareños que por las noches, cuando la luna llena ilumina el cielo, se pueden escuchar lamentos y susurros provenientes del monumento. Algunos aseguran haber visto sombras oscuras moviéndose entre las ruinas, mientras que otros afirman haber sentido una presencia siniestra acechando en las sombras.
Los valientes que se aventuran a explorar el monumento de noche nunca vuelven a ser los mismos. Muchos aseguran haber experimentado fenómenos paranormales, como sentirse repentinamente fríos, ver rostros inexplicables en las ventanas o escuchar voces susurrantes en sus oídos.
¿Qué misterios macabros oculta realmente Monte Samat? Nadie lo sabe con certeza, pero lo que es seguro es que aquellos que se atreven a desafiar su oscuridad nunca vuelven a ser los mismos.
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