Mientras elevaba el tono de sus críticas al gabinete de guerra de Benjamin Netanyahu y aprobaba en el Consejo de Seguridad una resolución exigiendo el alto el fuego en Gaza durante el Ramadán, la administración de Joe Biden autorizó la semana pasada el envío de más ayuda militar a Israel, según una exclusiva de The Washington Submit publicada este viernes. Lo hizo en secreto, sin dar explicaciones públicas, y utilizando una autorización previa que knowledge del 2008, por lo que no requirió pasar nuevamente por votación en el Congreso.
En concreto, Biden ha aprobado el envío de más de 1.800 bombas MK84 de una tonelada y 500 bombas MK82 de 250 kilos, así como de 25 cazas F-35, según han confirmado al Submit fuentes anónimas de la administración. Las bombas del tipo MK84, prohibidas en zonas densamente pobladas por el derecho internacional, han provocado numerosas víctimas mortales a lo largo de la ofensiva militar de Israel en Gaza, iniciada tras los ataques de Hamas el pasado 7 de octubre, que dejaron unos 1.200 muertos.
Lee también
Desde entonces, la campaña del gabinete de guerra liderado por Netanyahu ha segado más de 32.000 vidas palestinas en Gaza, lo que ha provocado la consternación de la comunidad internacional y advertencias de su mayor aliado, Estados Unidos. Biden lleva semanas mostrando su preocupación sobre los planes de Israel de invadir Rafah, al sur de Gaza, y el bloqueo de la ayuda humanitaria por tierra, que ha obligado a su administración a explorar la vía aérea y marítima para enviar suministros.
Pero las diferencias públicas no han supuesto un freno al apoyo militar, que sigue siendo incondicional. El paquete aprobado esta semana se suma a la ayuda anual que ya recibe el estado hebreo del americano, de 3.800 millones de dólares, que ha ido en aumento a lo largo de este siglo. The Washington Submit estima el coste de los nuevos cazas en unos 2.500 millones de dólares y no da un precio a las bombas. Forman parte de un paquete aprobado en el Congreso en 2008 que no había sido enviado en su totalidad.
Lee también
El apoyo de Washington a Tel Aviv, que ha gozado históricamente de un amplio consenso entre demócratas y republicanos, está siendo recientemente cuestionado entre los legisladores progresistas y entre la población en basic, especialmente ciudadanos de origen árabe y jóvenes. Las acciones de Israel, justificadas desde un inicio como una venganza por los brutales ataques de Hamas, han dejado solo a EE.UU. en su apoyo al país del Próximo Oriente en la escena internacional.
El senador demócrata y excandidato presidencial Bernie Sanders ha respondido a la noticia con críticas a la administración de Biden: “EE.UU. no puede rogarle a Netanyahu que deje de bombardear a civiles un día y al siguiente enviarle miles de bombas de 1.000 toneladas que pueden arrasar manzanas enteras de una ciudad”.
EE.UU. no puede rogarle a Netanyahu que deje de bombardear a civiles un día y al siguiente enviarle miles de bombas
La situación en Gaza está debilitando el apoyo interno a Biden en este año electoral, en el que ha sufrido votos de protesta en las primarias de los estados con mayor presencia árabe, como Minnesota (donde el 18% votó en blanco), Michigan (13,2%) o Carolina del Norte (12%).
Aunque la administración de Biden sigue justificando el envío de armas con “el derecho de Israel de defenderse a si mismo”, el mandatario ha expresado públicamente su preocupación por el aumento de víctimas civiles en Gaza. Sobre el plan de invadir Rafah, dijo que sería una “línea roja” para su gobierno. Y, después de vetar cuatro resoluciones del Consejo de Seguridad pidiendo el alto el fuego, finalmente se abstuvo en la quinta votación este lunes, que exigía el “alto el fuego inmediato” entre Israel y Hamas, pero temporal, solo durante el mes de Ramadán.
Lee también
Aquello provocó el enfado del gabinete de guerra israelí, y Netanyahu canceló una visita anunciada de sus asesores a Washington. A lo largo de esta semana, la Casa Blanca ha tratado de convencer a las autoridades israelíes para que reprogramen dicha reunión, algo a lo que habrían accedido, según ha confirmado el gobierno de Biden. El objetivo del encuentro, asegura Washington, es discutir “alternativas” a la ofensiva terrestre en Rafah, donde en estos momentos se encuentran agolpadas unos 1,2 millones de personas, incluidos cuatro batallones de Hamas, según cifras de EE.UU.
Esta semana, sí hubo otro encuentro en el Pentágono entre el ministro de Defensa israelí Yoav Gallant y su equipo con su homólogo estadounidense, Lloyd Austin, donde Gallant requirió más armamento por parte de EE.UU. Tras la reunión, el basic Charles Brown Jr., jefe del Estado Mayor Conjunto, aseguró que, si bien Israel está pidiendo armas en todas las reuniones bilaterales, “no ha recibido todo lo que ha pedido”.