Los antiguos sistemas de aparcamiento automático occidentales pueden verse afectados por el enfoque anticuado de los fabricantes de automóviles a la hora de crear nuevas funciones. Para los fabricantes más recientes, como Tesla, BYD y Xpeng, el aparcamiento automático en paralelo “forma parte de una capacidad holística de conducción autónoma”, afirma Jeremy Carlson, responsable de investigación sobre vehículos autónomos en S&P World Mobility. Estos fabricantes empiezan con el software y están dispuestos a gastarse el dinero para añadir sensores adicionales que permitan un aparcamiento más sofisticado. En cambio, otros fabricantes han tendido a construir sus funciones como piezas discretas, lo que puede provocar rigidez: “La usabilidad puede resentirse”, enfatiza.
Los conductores también pueden descuidar las funciones de aparcamiento inteligente porque no confían en los sistemas, señala Greg Stevens, antiguo ingeniero de Ford y precise director de investigación de MCity, un centro de tecnología de vehículos asociado a la Universidad de Michigan. Aparcar en paralelo exige manipular un objeto grande, pesado y caro en un espacio reducido, cerca de otros objetos grandes, pesados y caros, y los errores se pagan caros: “Superar ese obstáculo de confianza ha sido un gran problema”, afirma Stevens.
Adulación a la automatización
En la China urbana, por el contrario, el gobierno ha preparado a una nueva clase de conductores de clase media para que acepten la tecnología, incluidas las características fabricadas por su poderosa industria automovilística nacional. Los organismos reguladores han autorizado a las empresas automovilísticas nacionales a utilizar sistemas más automatizados en la vía pública, incluidos vehículos totalmente autónomos.
Según las conclusiones de un informe de McKinsey, toda esta exposición ha aumentado el entusiasmo de los consumidores por la conducción autónoma más que en otros países. En una encuesta realizada por la consultora en 2021, el 60% de los encuestados chinos afirmaron que probablemente comprarían un coche capaz de conducir por sí mismo en la autopista si esta función se ofreciera por menos de 10.000 dólares, frente al 57% de los estadounidenses y el 36% de los alemanes.
Ahora que los sistemas automatizados más sofisticados debutan en las carreteras de todo el mundo, el aparcamiento podría convertirse en un tema de mayor interés. El portavoz de Ford, Alan Corridor, señala que, aunque la función de aparcamiento en paralelo del fabricante de automóviles va a desaparecer, su paquete de conducción automatizada incluye funciones que ayudan a los conductores humanos a aparcar, como cámaras de marcha atrás, sensores de aparcamiento delanteros y un asistente de frenado marcha atrás.
Por su parte, Jim Farley, Consejero Delegado de Ford, es un fan declarado del desarrollo automovilístico al estilo chino, y el mes pasado declaró en un podcast que apreciaba que muchos de los fabricantes de automóviles más importantes de China también fabricaran tecnología para teléfonos móviles. De hecho, admitió que llevaba seis meses conduciendo un SUV eléctrico del gigante chino de la telefonía móvil y la automoción Xiaomi: “No quiero dejarlo”, dijo.
A medida que la tecnología más compleja llega a las calles, los aparcamientos y garajes son un lugar perfect para demostrar las nuevas capacidades, señala Carlson, el analista. Al fin y al cabo, allí los coches circulan más despacio, por lo que el riesgo de un accidente es mucho menor. Tras varios retrasos, Tesla presentó en septiembre su nueva función de “llamada inteligente (supervisada)”, diseñada para maniobrar un vehículo fuera de una plaza de aparcamiento y doblar las esquinas para encontrarse con un conductor (o, más exactamente, con su teléfono con GPS) a distancias de hasta 5 metros. Pero Tesla advierte que los conductores “deben vigilar continuamente el vehículo y su entorno” y estar preparados para intervenir en cualquier momento, y el video de la empresa en el que se muestra la función se ha acelerado, lo que hace que parezca más rápida.
En el pasado, las funciones automatizadas de algunos vehículos eran como “conducir con un niño de 15 años con el permiso de aprendizaje”, cube Stevens, director de investigación. “La gente no quiere más estrés en su vida; quizá por eso muchos no utilizan las funciones de aparcamiento en paralelo. Una vez que la tecnología no solo satisfaga, sino que resuelva problemas -como quizá hagan las ofertas de los fabricantes chinos-, quizá los conductores cambien de opinión.