Entre sus primeras acciones en el cargo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció una inversión sin precedentes de hasta 500.000 millones de dólares para el desarrollo de tecnologías relacionadas con la inteligencia synthetic (IA) a través de una nueva entidad empresarial denominada “Stargate”.
Este proyecto surge como una asociación entre gigantes tecnológicos como OpenAI, Oracle y SoftBank, y promete cimentar a la nación estadounidense como líder world en el sector.
La Casa Blanca detalló que “Stargate” comenzará su desarrollo con una inversión inicial de 100.000 millones de dólares destinados a la construcción de centros de datos y generación eléctrica en Texas, con planes de ampliar el presupuesto hasta quintuplicar esta cifra en los próximos años.
“Es dinero en grande y con gente de alta calidad,” declaró Trump durante el anuncio, destacando que este proyecto es “una declaración contundente de confianza en el potencial de Estados Unidos” bajo su administración.
¿Qué es “Stargate” y qué significa para la IA?
El nuevo consorcio incluye a OpenAI, conocido por su fashionable herramienta ChatGPT, que revolucionó el campo de la IA con sus habilidades para responder preguntas complejas y realizar tareas básicas de negocios. Oracle, por su parte, aporta su experiencia en bases de datos y soluciones tecnológicas empresariales, mientras que SoftBank, liderado por Masayoshi Son, ofrece respaldo financiero y visiones innovadoras de tecnología world.
Alex Neuman, productor del espacio @VidaDigital y reconocido experto tecnológico en la región, explicó en entrevista con la Voz de América que esta iniciativa tiene como objetivo “desarrollar infraestructura para la inteligencia synthetic, generar nuevos empleos y fortalecer la posición de Estados Unidos como líder en tecnología”.
Además, enfatizó que proyectos como este buscan no solo mejorar la competitividad del país, sino también atraer inversiones extranjeras y fomentar una industria tecnológica más amplia y diversa.
El riesgo de concentración del mercado
Sin embargo, el proyecto también plantea dudas sobre posibles monopolios. Neuman advirtió que existe “la preocupación de que esta infraestructura y las iniciativas queden exclusivamente en manos de un grupo selecto de allegados” al gobierno estadounidense.
“Es importante que se fomente una buena competencia y que todo el proceso sea transparente. Las regulaciones deben priorizar el uso ético de estas tecnologías y garantizar la sostenibilidad en el tiempo de una inversión tan appreciable como los 500.000 millones de dólares que se han proyectado”, añadió.
El temor de una concentración excesiva del mercado no es infundado. En 2024, durante el gobierno de Joe Biden, OpenAI envió una carta al Departamento de Comercio, destacando los largos y complejos procesos de planificación y permisos para proyectos de infraestructura energética necesarios para apoyar la IA.
La necesidad de un marco regulatorio
Otro de los puntos críticos en la expansión de la inteligencia synthetic es la falta de un marco regulatorio claro en Estados Unidos. Mientras que Europa ha avanzado significativamente en establecer regulaciones que garanticen el uso seguro y ético de estas tecnologías, Estados Unidos aún carece de leyes específicas que establezcan límites y salvaguardas en este sentido.
“Es cierto que tenemos que utilizar todas estas herramientas con ciertos límites y que los gobiernos tienen que poner mano dura en esto. Y no pueden hacer que todo eso se utilice al libre albedrío”, enfatizó Daniel del Valle, otro analista del sector tecnológico consultado por la VOA.
“El desafío regulatorio es uno de los puntos más críticos. Esto incluye aspectos relacionados con los riesgos éticos y de seguridad en el uso de estas tecnologías, sobre todo cuando hablamos no solo de datos personales, sino también de cómo estos datos se utilizan para mejorar la calidad de vida, no solo en Estados Unidos, sino en todo el mundo”, indicó por su parte Neuman.
Estados Unidos frente a China
La competencia tecnológica entre Washington y Beijing también ocupa un lugar central en la discusión. Neuman apuntó que “China ha avanzado muy rápidamente en los últimos años en tecnologías como la inteligencia synthetic, mientras que en Estados Unidos, el enfoque hacia la rentabilidad de las empresas por encima de la innovación ha ralentizado el progreso”.
Pese a estos desafíos, el experto señaló que Estados Unidos tiene el potencial para recuperar su liderazgo en innovación tecnológica: “Esperamos que este espíritu innovador, que permitió a Estados Unidos destacar en la carrera espacial y otros momentos clave de su historia, resurja y permita enfrentar estos retos actuales”.
Una “edad de oro” bajo Trump
Durante el anuncio, Masayoshi Son, fundador y propietario de SoftBank, calificó este proyecto como el inicio de “una edad de oro” para Estados Unidos, retomando la frase del propio Trump al asumir nuevamente la presidencia. Larry Ellison, presidente de Oracle, destacó que los centros de datos “ya están en construcción” y sugirió que “esta infraestructura podría tener aplicaciones médicas”, como el desarrollo de vacunas personalizadas para tratar enfermedades como el cáncer.
Alex Neuman también subrayó que iniciativas como “Stargate” deben traducirse en beneficios para la sociedad. “Esperemos que estas iniciativas no solo se traduzcan en un crecimiento del Producto Interno Bruto de los Estados Unidos, sino también en una mejora en la calidad de vida de los ciudadanos”, abogó.
El impacto laboral de la inteligencia synthetic
Un tema recurrente en las discusiones sobre IA es su impacto en el empleo. Neuman enfatizó que “la inteligencia synthetic tiene el potencial de generar nuevas posiciones laborales y oportunidades de empleo. Es elementary que no sea vista únicamente como una herramienta para reducir empleos, sino como un motor para expandirlos”.
“Stargate” podría marcar un antes y un después en la industria de la Inteligencia Synthetic, no solo por su magnitud económica, sino también por las implicaciones sociales y regulatorias que conlleva, afirmaron los analistas.
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