El presidente electo Donald Trump ha nombrado a los empresarios Elon Musk y Vivek Ramaswamy al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés), de nueva creación y destinado a “desmantelar la burocracia gubernamental, reducir el exceso de regulaciones, recortar gastos innecesarios y reestructurar las agencias federales, esenciales para el Movimiento ‘Salvar a Estados Unidos’”, según ha anunciado el republicano a través de su plataforma, Reality Social.
Trump pone una fecha límite a su trabajo, el 6 de julio del 2026, por lo que “será el regalo perfecto para EE.UU. en el 250 aniversario de la Declaración de Independencia”, concluye. El expresidente busca en su regreso a la Casa Blanca una remodelación completa de la administración para eliminar el “inmenso despilfarro y el fraude que existen en nuestros 6,5 millones de gasto anual”.
Esto implicará el despido masivo de funcionarios, a los que Trump llama “burócratas deshonestos”. La cifra de rotaciones en la administración pública podría superar los 50.000, según lo previsto en el plan Undertaking 2025, creado por 140 miembros de su primera administración, pero del que Trump trató de desmarcarse durante su campaña, después de que se convirtiera en un arma para los demócratas.
Durante su discurso en el Madison Sq. Backyard de Nueva York, la semana antes de las elecciones, el fundador de Spacex y hombre más rico del mundo, Musk, aseguró que prevé reducir el gasto público en 2 billones de dólares. “Tenemos que reducir el gasto para vivir dentro de nuestras posibilidades”, insistió a través de su purple social X, “y, ya sabéis, eso implica necesariamente algunas dificultades temporales, pero garantizará la prosperidad a largo plazo”.
Para reconciliarlo con las rebajas masivas de impuestos que propone Trump, son previsibles también recortes profundos en la Seguridad Social y el Medicare, así como la eliminación de las prestaciones sanitarias del Obamacare, que el magnate ya trató de eliminar en su primer mandato, pero se topó con la oposición del Congreso.
En una carta publicada el mes pasado, 23 economistas galardonados con el Premio Nobel advirtieron que los planes de Trump sobre aranceles, recortes de impuestos y la “mayor deportación de la historia” conducirían a “precios más altos, mayores déficits y mayor desigualdad”.
Musk, que apoyó públicamente a Trump media hora después de su intento de asesinato el 13 de julio en Butler (Pensilvania), se terminó convirtiendo en uno de sus mayores donantes, con un gasto de 132 millones de dólares a través de su comité de acción política, America PAC. En sus numerosas publicaciones diarias en X, y en sus mítines en Pensilvania, promovió la agenda del republicano, sembró dudas sobre el fraude electoral y aseguró que estas elecciones iban a ser “las últimas” si no ganaba el republicano.
En las últimas semanas, su apoyo alcanzó otro nivel con los sorteos diarios de un millón de dólares entre quienes firmaron una petición de America PAC que solo se podían ganar si se estaba registrado para votar en un estado clave.
El esfuerzo ha tenido su recompensa y ahora, con su cargo oficializado, advierte que va a hacer “temblar el sistema y a todos los implicados en el despilfarro gubernamental, que son muchos”. El acrónimo del departamento, DOGE, hace también referencia a la criptomoneda Dogecoin, con el símbolo de un perro, que él promocionó durante años y que se convirtió en un meme de web.
Por su parte, el empresario Vivek Ramaswamy fue candidato a las primarias republicanas, pero su línea ideológica estaba tan alineada con la de Trump que los votantes prefirieron al líder del partido que al joven (de 39 años) que aspiraba a sucederle. No tardó en retirarse, después de obtener un 8% en los caucus de Iowa, la cita que abrió en enero el proceso de primarias. Desde el primer momento, apoyó a Trump y comenzó a hacer campaña junto a él.