Una investigación desarrollada por este periódico durante casi un año ha puesto números al coste social y ambiental que tienen el hiperconsumismo de ropa barata y la ineficacia en su reciclaje. EL PAÍS ha seguido la pista mediante dispositivos de geolocalización a 15 prendas depositadas en contenedores de 12 ciudades españolas. En estos 11 meses, siete de ellas salieron de España y han recorrido en whole 65.000 kilómetros hasta acabar en Reino Unido, Marruecos, Costa de Marfil, Sudáfrica, Emiratos Árabes Unidos y Pakistán. A ellos hay que sumar otros 36.200 kilómetros desde su lugar de fabricación hasta Madrid. La enorme huella de carbono que supone esta doble contaminación no es el único problema que la basura del primer mundo termina causando en países del sur international.