A finales de 1999, la Generalitat de Catalunya nos encargó una campaña de publicidad que advirtiera a los catalanes que, a partir del año 2000, con España ya dentro de la Unión Europea, entrarían artículos muy bien fabricados que harían la competencia a los nuestros. En definitiva: que espabiláramos. Creamos la siguiente campaña: “La feina mal feta no té futur. La feina ben feta no té fronteres”. “El trabajo bien hecho” se convirtió en una frase que la gente pasó a utilizar normalmente y es de ese trabajo bien hecho del que quiero hablar.
Obras de la colección Bassat expuestas en la Lonja de Zaragoza
Durante mi carrera profesional he podido constatar que “la feina ben feta” es un lema common que se venera y aplica más allá de Catalunya, pues la excelencia y la satisfacción de una buena labor siempre recompensan a quien la realiza. Sin ir más lejos, lo pude ratificar hace unas semanas, con motivo de la inauguración de nuestra última exposición de arte contemporáneo en Zaragoza.
La excelencia y la satisfacción de una buena labor siempre recompensan a quien la realiza
Cuando la alcaldesa nos la encargó, nos pidió también que tuviera un relato y se me ocurrió proponerle hacer una exposición que explicara cómo construimos la colección Bassat, lo que le pareció bien. Acepté ser el comisario de la exposición, ya que solamente mi mujer y yo sabemos cómo la hemos construido. Por suerte, conté con la ayuda del director de nuestra fundación y de la directora artística, con los que trabajé sin descanso para tenerla lista en menos de dos meses. Teníamos que escoger las aproximadamente 120 obras que cabrían en la Lonja, distribuirlas en las diferentes salas y que se entendiera la razón por la que hemos ido coleccionando obras diferentes a lo largo de 50 años. Dicen los críticos que nuestra colección es ecléctica y es verdad. Sigue solamente el principio de que nos guste la obra, sea figurativa o abstracta.
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Fuimos a Zaragoza una semana antes de la inauguración para supervisar cómo colgaban los cuadros que habíamos seleccionado. El responsable de la Lonja y su equipo, la brigada de carpinteros, los iluminadores, los restauradores que analizaban cada cuadro y cada escultura, todos han hecho un trabajo magnífico. También el diseñador aragonés que ha creado un espléndido catálogo y ha cuidado de la colocación de los carteles informativos en las salas de la Lonja, así como un enorme panel de bienvenida. El crítico de arte, también aragonés, ha redactado un texto brillante para el catálogo, fruto de su visita a nuestra colección en Barcelona. Todo ello, la exposición y el catálogo, se ha realizado al máximo nivel, por lo que me place afirmar que el trabajo bien hecho se puede encontrar en Catalunya, en Zaragoza y allí donde se hallen auténticos profesionales.