La actividad del sector servicios en España registró un notable incremento durante el mes de febrero, según reflejan los últimos datos del índice PMI publicados por S&P International. El indicador subió hasta los 56,2 puntos, superando los 54,9 de enero, a pesar del desafiante contexto macroeconómico y geopolítico.
A diferencia del sector manufacturero, que cayó en zona de contracción con un PMI de 49,7 puntos frente a los 50,9 de enero, la economía en su conjunto mostró signos de crecimiento. En concreto, el PMI compuesto, que mide la actividad del sector privado en basic, se situó en 55,1 puntos, por encima de los 54 del mes previo, lo que refleja un dinamismo positivo en el mercado.
Mayor demanda y aumento del empleo
El repunte del sector servicios estuvo impulsado por un significativo aumento en los nuevos pedidos, atribuible a una sólida demanda tanto a nivel nacional como internacional. Esta tendencia ha llevado a las empresas a reforzar sus plantillas, manteniendo una contratación estable desde octubre de 2022.
Por otro lado, los costes operativos siguieron en ascenso debido a mayores gastos laborales y al incremento en los precios impuestos por los proveedores. Como resultado, la inflación de los precios pagados alcanzó su punto más alto en un año. Ante este escenario, las empresas del sector han ajustado al alza sus tarifas para mitigar el impacto de estos aumentos.
Jonas Feldhusen, economista junior de Hamburg Industrial Financial institution, destacó la resiliencia del sector privado español, señalando que los servicios están actuando como motor de crecimiento frente a la desaceleración de la industria manufacturera. “La brecha entre ambos sectores se está ampliando. La debilidad industrial en Europa afecta cada vez más a España, pero los servicios continúan mostrando fortaleza”, afirmó.