Cambio de rumbo en el Salón Náutico de Barcelona. La clásica muestra de las embarcaciones continuará su celebración en octubre, como se ha hecho siempre. Pero además, en la primavera del año que viene nacerá un nuevo evento, complementario al tradicional, con un enfoque más lúdico y de ocio. De esta forma, tratan de llegar mejor a los diferentes públicos del sector marítimo: por un lado, aquel que busca comprarse un barco y, por el otro, el que busca actividades relacionadas con la mar o simplemente iniciarse en este mundo sin ninguna intención de adquirir una embarcación.
Así lo ha explicado la organización este martes en una rueda de prensa. “Las cosas cambian. El secreto está en escuchar y nosotros lo hemos hecho con los expositores”, ha dicho el presidente del Salón Náutico, Luis Conde. “Hemos coincidido en el diagnóstico: necesitamos recuperar relevancia”, ha añadido el director normal de la patronal Anen, Jordi Carrasco. “La edición de otoño tiene un reposicionamiento. Queremos que Barcelona sea el mejor lugar para comprar una embarcación, tanto por oferta como por experiencia de compra”, ha rematado el director de la feria, Josep Antoni Llopart.
Menos visitantes en otoño, pero de un perfil más comprador
El nuevo evento primaveral, que será más lúdico y enfocado al ocio, todavía no tiene nombre ni una fecha concreta más allá de la primera del 2026. La feria otoñal llegará del 8 al 12 de octubre de este año con una extensión lineal de 2,2 kilómetros y más de 12.000 metros cuadrados de superficie comercial. Esta vez el muelle de Barcelona se sumará a los de la Fusta, Espanya y a parte de Marina Port Vell. Se buscará que el visitante llegue a todos los rincones del salón y por eso la organización facilitará el desplazamiento con una embarcación. Tras el parón del año pasado por la celebración de la Copa del América, que ocupó el espacio, se tendrá una muestra flotante de unas 200 embarcaciones consiguiendo “la mayor cifra de los últimos años”, según Llopart. Todavía es pronto para fijar la cifra de expositores, pero serán unos 220 aproximadamente.
La organización estima conseguir entre 22.000 y 20.000 asistentes, una cifra menor a la del año 2023, cuando unas 50.000 personas se acercaron al Salón Náutico. “Los que no vengan en otoño quizás lo haga en primavera. Por poner un ejemplo, el que quiera una caña de pescar, vendrá en primavera”, ha dicho Conde. Y es que, ha relatado Llopart, en otoño no van a buscar tanto la cantidad de visitantes y van a apostar por atraer a un perfil “más comprador” con el objetivo de vender más barcos, reforzando el concepto más puro de una feria comercial. Como las actividades más lúdicas pasan a la primavera, se gana espacio en este sentido.
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Por otro lado, se está haciendo una apuesta por conseguir tener más presencia de visitantes internacionales que, para Llopart, hasta ahora “no period tan relevante”. Además, se están preparando experiencias premium para los compradores más vip. Otra de las novedades es una nueva zona, llamada village, pretende impulsar los contactos sociales y de negocios. Tendrá 2.500 metros cuadrados y se situará en la zona del Portal de la Pau del Port Vell ofreciendo una experiencias gastronómicas de calidad. Además, también habrá charlas prácticas sobre mantenimiento de embarcaciones y conferencias sobre economía azul.
Todo este replanteamiento responde a un plan estratégico a tres años vista. Con la feria por un lado y el evento por el otro, desde el Salón Náutico pretenden llegar a todos los públicos del sector y de una manera más adecuada. Todo ello en un momento donde las compras de embarcaciones, que vivieron un momento álgido por la seguridad que generaban en el contexto de la covid, ha regresado a cifras prepandemia, ha explicado el director normal de la Anen. Los detalles del nuevo evento primaveral, donde se espera contar con la colaboración de asociaciones y golf equipment de vela en un ambiente festivo, se darán a conocer más adelante.