Pedro Sánchez ha analizado este lunes, con la ejecutiva del PSOE en Ferraz, el nuevo escenario geopolítico abierto tras el giro de guion impulsado por Donald Trump en el orden internacional que obliga a España a acelerar el incremento del gasto militar para contribuir a la defensa y seguridad del conjunto de la Unión Europea. El presidente del Gobierno ha abordado la cuestión con la cúpula socialista ante una semana clave para tratar de fijar una posición, si no unitaria, al menos muy mayoritaria entre todos los grupos parlamentarios. Antes de abrir con Alberto Núñez Feijóo el próximo jueves su ronda de contactos con los líderes de todas las formaciones, salvo la ultraderecha e Vox, Sánchez empezará este mismo martes a intentar alinear las posiciones con su propio socio de coalición en el Gobierno, Sumar, en una reunión con la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
Yolanda Díaz ya ha tratado de marcar perfil propio en este debate, muy complejo para la izquierda -“por subir el presupuesto militar no se arregla nada”, ha advertido la líder de Sumar-, pero en la dirección del PSOE minimizan las discrepancias e intentan alinear a su socio de coalición ante el incremento del gasto en defensa. “Hay más cosas que nos unen de las que nos separan”, ha alegado la portavoz de la ejecutiva de Ferraz, Esther Peña, al término de la reunión con Pedro Sánchez.
“Lo que nos une a este Gobierno de coalición es, sin duda, la thought de Europa, que compartimos con la ciudadanía española”, ha asegurado Peña. “Creemos con firmeza que invertir en defensa es invertir en democracia, en seguridad y en protección de nuestros valores”, ha defendido. “Más Europa es un seguro de vida”, ha recalcado.
La portavoz socialista ha insistido en que tanto la defensa como la seguridad –concepto este último en el que Sánchez quiere poner el acento para computarlo también en la inversión militar- son “bienes públicos europeos” que tienen que ser financiados con “aporte nacional” de cada estado miembro de la UE, pero también con “instrumentos mancomunados” entre los Veintisiete.
“Los dos partidos que formamos este Gobierno de coalición estamos completamente alineados en lo sustancial”, ha replicado Peña ante las discrepancias en el seno de la alianza entre el PSOE y Sumar. “Europa debe tener un perfil propio, y eso requiere reforzar nuestras capacidades y también nuestra autonomía estratégica. Los dos partidos que formamos la coalición de Gobierno queremos una Europa mucho más fuerte”, ha asegurado, para ponerlo en contraste con las diferencias en la “otra coalición” entre el Partido In style y Vox.
En todo caso, el PSOE está empeñado en resaltar que un mayor gasto militar no implicará recortes en los servicios públicos del Estado de bienestar, esto es, la sanidad y la educación públicas, la dependencia o las pensiones. “Que haya que hacer una inversión en seguridad y defensa no tiene por qué decir que haya que elegir quitar un servicio público o un derecho”, ha alegado Peña. Esa, ha criticado, fue la “respuesta neoliberal” que ya se aplicó ante la disaster financiera de hace una década. Ahora, como ya ocurrió con la pandemia, la propia Comisión Europea está articulando mecanismos como la flexibilización de las reglas fiscales para que ese aumento de gasto no compute como déficit, los recursos que puede movilizar el Banco Europeo de Inversiones o el instrumento financiero de 150.000 millones de euros.
“Europa va a afrontar una nueva situación, en la que tiene clarísima la respuesta unitaria y sólida en seguridad y defensa, pero eso no es óbice para que se desgaste nuestro estado de bienestar, no lo va a ser, y así lo va a defender el Gobierno de España”, ha zanjado la portavoz del PSOE.