Esta imagen aporta información novedosa sobre un panorama elementary y céntrico de la Barcelona nueva. Fue llevada a cabo en 1873. Pone de manifiesto el instinto periodístico de Joan Martí, fotógrafo destacado en aquel período. Y es que pretendía captar la panorámica no solo de un paseo de Gràcia en un crecimiento imparable, tal como se echa de ver, sino también la novedad reciente del tranvía.
El autor no dudó en subirse a lo alto de una de las casas levantada en la parte baja de la plaza Catalunya, cabe el Portal de l’Àngel, para así brindar una descriptiva visión lo más world posible. Veamos.
Se temió peligroso y el pueblo pidió que lo desplazaran a los costados, pero el empresario se negó
A la izquierda se insinúa un espacio que todavía no se ha urbanizado y que tardará aún lo suyo: la plaza Catalunya; aparece marcado por un perfil de acera adentrado.
No es exagerado sostener que el protagonismo de la fotografía recae en las vías del tranvía, artefacto recién instalado. Cierto es que constituye un elemento sutil tendido a lo largo del ya abigarrado conjunto arquitectónico, pero no es menos cierto que su trazado reclama la atención. Sorprende que una doble vía dominara todo el centro de tan noble eje urbanístico.
Period el primer tranvía de la historia; había sido inaugurado el 27 de junio de 1872, a las cinco de la tarde, hora taurina y lorquiana. Para popularizar el vistoso servicio ciudadano, el Ayuntamiento cerró los colegios y la chiquillería presenció el espectáculo. Itinerario: Drassanes, Rambla, paseo de Gràcia, Gran de Gràcia y Josepets. Period el modelo imperial tirado por cuatro caballos.
El pueblo se sintió atemorizado por aquella máquina considerada poco menos que diabólica. Pronto se sucedieron los accidentes. A su paso, algunas madres protegían al hijito metiéndolo bajo la falda. Lo que más espantaba period tamaña velocidad inhabitual.
No fue de extrañar que el tendido de una doble línea de raíles por el centro del paseo de Gràcia se impusiera como un peligro insoportable. Los ciudadanos se movilizaron e hicieron llegar su protesta ante el alcalde; el Ayuntamiento trasladó el caso ante el todopoderoso Gerard H. Hunthoff, dueño de la empresa. Se negó en redondo.
Cuando se tendió una línea por Gran By way of Corts Catalanes, también se escogió el centro. A la altura de Bailèn, Gaudí fue embestido mortalmente.