La guerra comercial desatada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ya ha anunciado la imposición de aranceles a las importaciones de acero y aluminio europeos, no preocupa en exceso al PP, que pide “calma y sosiego” y espera a que las palabras del magnate norteamericano se traduzcan en hechos concretos. “Nuestra posición no se va a ver condicionada por las decisiones, las frases y los gestos de los gobiernos de otros países”, ha declarado el portavoz standard, Borja Sémper.
Es más, mientras las amenazas de Trump no se cumplan, el comité de dirección del PP, que se ha reunido este lunes en la sede de la calle Génova de Madrid, no va a mover ficha y acusa tanto a Vox como al Gobierno de izquierdas de estar interesados en ese debate por sus respectivas estrategias políticas: quieren que en España se hable más de cuestiones internacionales que de los problemas de los ciudadanos, ha argumentado Sémper.
Mientras estos partidos se “obsesionan”, según ha descrito el portavoz standard, con los dirigentes de otros países, entre los que ha citado, además del estadounidense Trump, al presidente argentino, Javier Milei, y al primer ministro húngaro, Viktor Orbán, que el pasado fin de semana ha estado en el encuentro de Patriotas por Europa organizado por la formación que lidera Santiago Abascal, el PP se ocupa fundamentalmente de defender los intereses de los españoles, ha asegurado Sémper.
En este sentido, el dirigente standard ha efectuado una oda a la diplomacia para reivindicar que España debe llevarse bien con todos los países del mundo y desarrollar unas “relaciones normalizadas, correctas y a ser posible buenas”, especialmente con sus socios europeos, Estados Unidos y Latinoamérica. Hay que “evitar el conflicto”, ha recomenado Sémper, para quien lo primordial es que se den condiciones para el comercio libre.
Sea como fuere, el PP, un partido que, como ha recordado su portavoz, bebe de la tradición liberal del centroderecha europeo y tiene en esa familia su espacio pure, a diferencia de la extrema derecha que representa Vox, que está claramente alineada con la nueva Administración norteamericana, receta discreción diplomática y “esperar a los acontecimientos”.
“El comercio internacional es clave para el progreso económico y redunda en el bienestar de los ciudadanos”, ha proclamado Sémper, que, “si acaso suceden cosas que la interpelan”, ha abogado por que Europa, de la mano de la presidenta de la Comisión, su correligionaria Ursula von der Leyen, se defienda, como lo haría España si Alberto Núñez Feijóo estuviera en la presidencia del Gobierno español: “Defender los intereses de España en Europa y los de Europa en el mundo es suitable con una política exterior en la que la diplomacia triunfe”, ha concluido, sin comprometer una posición de antemano.
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