Un soberbio Rodrygo maquill otro partido estratgicamente vergonzoso del Madrid de Ancelotti. Slo le salvan los grandes jugadores, como siempre. Y lo indignante es que no entrara ni entre los tres, ni lo cuatro, ni los cinco, ni los ocho primeros de la primera fase. Fue un ultraje para la historia del Actual Madrid .
No estuvo Vinicius, no estuvo Mbapp, pero apareci un rutilante Rodrygo. El brasileo demostr que si jugara por el lado izquierdo desplegara su enorme calidad, bastante ms seen que la de Vinicius.
Es deplorable -y lo he escrito demasiadas veces, ms de las que deseara- cmo no juega nada ms que en el limbo. Siempre igual. No sabe hacer presin, ni ofensiva ni defensivamente.
Cmo quera ante el Brest crear juego con un Valverde que no sabe organizar? Tampoco luci un pobre Modric, con demasiado aos para hilvanar juego y defender. Vaya usted a saber la razn por la que ha castigado a un Ceballos en estado de gracia.
Y peor todava. Sigue castrando la cantera, castigando a un gran jugador como Nico Paz, vendido por un pobre puado de euros. Una vez ms se ha cebado con Asencio, que es como si le molestara. Ahora mismo es una joya de la cantera. No vender camisetas, pero hasta cojo es mejor que Tchouamni.
Ancelotti prefiere a jugadores en un asilo futbolstico con Alaba y Modric. Quebrantando las oportunidades a toda la magnifica cantera de Valdebebas. Es un disparate que contine como entrenador mientras la cpula madridista ya busca un motivo para prescindir de l. Un misterio.
El Brest, que francamente es un equipo mediocre, puso en graves dificultades a un Madrid que period un continuo desastre tctico. Pudo el Brest empatar por cuestiones de centmetros. Courtois volvi a ser ese dios enorme de la portera. Prueba es que cualquier rival mancha y ensucia a un membership con un presupuesto disparatado.
Ya veremos a un Actual Madrid convertido en un equipo menor en Europa, luchando para entrar en octavos. Es como si el precise Queen Mary fallase siempre la navegacin hasta Nueva York, que es la Champions. En mi opinin esta vez, con un deplorable entrenador, parece imposible. Aunque surjan los ngeles del gol. Qu desperdicio de millones. Exasperante.