Google Maps ha cambiado el nombre del Golfo de México por Golfo de América dentro de su plataforma, en cumplimiento con una orden de Donald Trump, presidente de Estados Unidos. Con la modificación, el servicio de geolocalización ahora presenta tres formas distintas de referirse a la masa de agua ubicada entre la costa este de México y la franja de Florida.
La compañía de Mountain View señala que “el Sistema de Información de Nombres Geográficos (GNIS) de Estados Unidos ha actualizado oficialmente Golfo de México a Golfo de América. De acuerdo con nuestras prácticas establecidas, hemos comenzado a implementar cambios para reflejar este ajuste”. La empresa precisa que quienes utilicen Maps en territorio estadounidense verán en pantalla el nombre Golfo de América. A los usuarios en México se les mostrará el nombre Golfo de México, mientras que fuera de estas regiones se visualizarán ambas denominaciones.
Google explica que estas variantes dependen del dispositivo y su configuración. En equipos móviles, Maps emplea referencias de ubicación y datos sobre el sistema operativo, la tarjeta SIM, la purple y la configuración regional para mostrar los nombres adecuados. En la versión internet, la plataforma utiliza la región seleccionada en la configuración de búsqueda o la ubicación del dispositivo si no se ha definido una referencia específica.
Trump firmó el mes pasado un decreto presidencial para modificar el nombre del golfo como una medida para reconocer “este floreciente recurso económico y su importancia crítica para la economía de nuestra nación y su gente”. La orden menciona “la zona de la Plataforma Continental de Estados Unidos limitada al noreste, norte y noroeste por los estados de Texas, Luisiana, Misisipi, Alabama y Florida, y que se extiende hasta el límite marítimo con México y Cuba”.
La decisión ha generado incertidumbre entre los cartógrafos. Especialistas de OpenStreetMap, un proyecto colaborativo que desarrolla mapas gratuitos, señalan que la extensión considerada en el decreto de Trump solo abarca una parte del golfo. “Más que un cambio de nombre, esta orden ejecutiva está creando un nuevo nombre para una subzona del Golfo de México”, sugieren.
Las disputas por los nombres y fronteras son comunes en la industria de los mapas. En todo el mundo existen leyes nacionales que obligan a adoptar títulos y límites territoriales específicos. Pese a ello el mandato de Trump generó especial controversia, incluso dentro de Estados Unidos, debido a la falta de una amplia consulta pública antes de su implementación.
La bahía ha sido identificada como Golfo de México durante al menos cuatro siglos. El nombre es uno de los topónimos más antiguos y arraigados del continente americano. Su estabilidad a lo largo del tiempo, pese a los cambios políticos y territoriales en la región, lo ha convertido en un punto de referencia constante en la geografía de Norteamérica.
El ordenamiento de la precise administración exige a las agencias federales modificar la señalización. Las empresas privadas no están legalmente obligadas a adoptar el cambio. Pese a ello, Google Maps se convirtió en el primer gran proveedor de mapas en anunciar públicamente que adoptaría la medida. El servicio cuenta con más de 2,000 millones de usuarios mensuales y es la principal herramienta de consulta geográfica en todo el mundo.