El Gobierno ha prometido una nueva convocatoria de ayudas a la inteligencia synthetic (IA) bajo las mismas condiciones que el anterior plan que anuló de forma inesperada y que provocó las iras de cientos de científicos. Según la ministra de Ciencia y Universidades, Diana Morant, también contará con 31 millones y que se resolverá en 2025. El Ministerio ya había prometido esta nueva convocatoria bajo el paraguas de la Agencia Estatal de Investigación, pero ha sido este miércoles cuando la ministra ha dado los detalles en una comparecencia en el Congreso. La nueva propuesta aspira a reemplazar otra anterior de 2023 que el Ministerio canceló sin explicaciones en diciembre, lo que provocó un revuelo y la indignación de cientos de científicos.
“Ha habido ciertos problemas internos que no nos han permitido resolver esta convocatoria cuando nos hubiera gustado”, ha dicho Morant, que ha parecido achacar a un problema de plazos ligados a los fondos europeos NextGen: “El retraso hacía prácticamente inservible la convocatoria porque no se podían dar los resultados dentro del plan de recuperación. Ya no merecía la pena, no se podría ejecutar si lo hacíamos en noviembre”.
Esta razón es distinta de las “circunstancias sobrevenidas” que dio el Ministerio en su carta authentic de cancelación. EL PAÍS ha preguntado al Ministerio por qué no se excusaron con los plazos en diciembre, pero no ha obtenido respuesta. Morant ha insistido en que no hace falta “buscar explicaciones extrañas” a la supresión. “No se trata de una anulación, la vamos a retomar”, ha aclarado.
La ministra Morant ha aprovechado también para aceptar errores por el mareo a los científicos: “Vayan mis disculpas a todos los implicados, las cosas del todo bien no se han hecho”, ha dicho. “La convocatoria no ha llegado al puerto que nos hubiera gustado. Se ha tratado de cuestiones administrativas. No quiero que las cuestiones internas de un gobierno acaben repercutiendo en la sociedad, pero a veces ocurre”, ha dicho, en referencia al cambio de titular en el Ministerio de Universidades, en manos de Joan Subirats, cuando se lanzó la convocatoria authentic, y al posterior cambio en la Secretaría de Universidades.
Los nuevos detalles que ha dado la ministra sobre la nueva convocatoria van destinados a apaciguar los ánimos en una comunidad científica que lleva semanas alterada y protestando. No está claro que este nuevo plan vaya a calmar a todos los implicados, más cuando la mayoría cree que las subvenciones iniciales ya estaban repartidas, aunque no publicadas oficialmente: “En el punto en que estábamos de la convocatoria no había beneficiarios designados ni resolución provisional ni definitiva”, ha dicho Morant.
Morant ha dicho que no quiere que el “esfuerzo” de los científicos quede “en vano”: “La propuesta trabajada se va a poder presentar de nuevo y responderá a los mismos objetivos que la inicial”, ha dicho. Fuentes del Ministerio han aclarado a EL PAÍS que los proyectos iniciales no se podrán presentar calcados: “Los objetivos de la convocatoria serán fieles a la convocatoria inicial, pero el formato será más sencillo y las propuestas se tendrán que adaptar”.
La nueva convocatoria tendrá un plazo más amplio, que Morant ha llamado “mejoras significativas”: serán 3 o 4 años en lugar de los 2 iniciales, “a ver si así compensamos el daño producido”, ha añadido. También ha prometido que la “carga burocrática” de las propuestas deberá ser menor.
Denuncia de dos universidades
Una prueba del malestar que había creado esta anulación es que al menos dos universidades, las de Zaragoza y País Vasco, ya habían presentado un recurso de reposición para que el Ministerio reconsiderara su decisión de anular la convocatoria. La supresión incluía pretexto de la dana en Valencia, que la ministra ha aclarado así. “Ese dinero se va a reconducir, no sé cómo todavía, todos los Ministerios estamos recogiendo todo lo que nos queda de fondos de recuperación no ejecutados para un PERTE (proyectos estratégicos para la recuperación y transformación económica) de recuperación de infraestructuras en la dana. No se va a perder ni un solo euro de esos 31 millones europeos”, ha dicho Morant.
Esos mismos 31 millones de la nueva convocatoria saldrán de fondos nacionales, que “no se van a retraer de ningún otro capítulo de fondos de la ciencia”, ha añadido la ministra.
Además de reconsiderar la supresión, el recurso interpuesto por las universidades también aspira a que el Ministerio explique “cuáles son las concretas causas sobrevenidas” que provocaron esa eliminación, cube Rosa Bolea, vicerrectora de Política Científica en funciones de la Universidad de Zaragoza. La reposición consiste solo en reinstaurar las ayudas, lo que es poco possible porque se presenta ante el mismo órgano que las canceló.
Pero la esperanza de los afectados es que el recurso permita al menos saber las “causas reales” de la anulación, cube Bolea: “Sin conocerlas es imposible para las solicitantes aceptar la decisión o, por el contrario, someterla a examen impugnándola judicialmente”. La Universidad de Zaragoza no confirma por ahora si lanzará nuevas acciones judiciales hasta que el Ministerio responda en un mes.
Una carta para depurar responsabilidades
Junto a la apertura de la vía judicial, los científicos afectados han mandado una carta para pedir una reunión con los ministros Diana Morant, de Universidades, encargado de la supresión de la convocatoria, y Óscar López, de Transformación Digital, porque la inteligencia synthetic entra dentro de sus prioridades. El objetivo de los investigadores es obtener explicaciones. “La falta de explicaciones convincentes y la referencia a ‘circunstancias sobrevenidas’ resultan inaceptables y sumamente irresponsables”, escriben.
Piden también “depurar responsabilidades” en el equipo de Morant. En conversaciones informales, los investigadores equiparan la supresión de la convocatoria a una hipotética eliminación de unas oposiciones a juez o inspector de Hacienda. Aunque hubiera una nueva convocatoria como la anunciada por Morant, eso no debería anular la anterior. Los afectados han recurrido también al Portal de Transparencia para pedir informes de evaluación sobre las propuestas iniciales.
Si la vía judicial sobrevive al nuevo anuncio de Morant, puede alargarse notablemente y con consecuencias graves. “Los perjuicios que supone dejar sin efecto, a medio camino, esta línea de actuación abortada, son importantes”, cube la vicerrectora Bolea. El daño que ocasiona la decisión del Ministerio es doble: uno, por la supresión de la iniciativa de desarrollo de mecanismos de investigación interdisciplinar en un campo tan innovador como la inteligencia synthetic, y dos, por “el trabajo estérilmente desarrollado” y porque “los solicitantes han podido desarrollar actuaciones que la decisión ministerial convierte en estériles y que, caso de no reponerse la decisión, deberán ser objeto de indemnización”, añade Bolea.