Aviones de combate israelíes bombardearon este sábado de nuevo los suburbios del sur de Beirut en la zona conocida como Dahiyeh, uno de los bastiones del grupo chií Hizbulá.
“Se llevaron a cabo bajo la dirección de inteligencia una serie de ataques contra instalaciones de infraestructura terrorista de Hizbulá en el Dahiyeh”, detalla el Ejército en un comunicado.
Poco antes de estos ataques y como suele hacer el portavoz del Ejército en árabe, Avichay Adraee, emitió nuevas peticiones de evacuación para la poca población civil que queda viviendo en esa zona.
“A todos los residentes ubicados en el área suburbana del sur, específicamente en los edificios especificados en los mapas adjuntos y sus edificios vecinos en Haret Hreik. Por su seguridad y la de sus familiares, debe evacuar estos edificios y los adyacentes a ellos inmediatamente y mantenerse alejado de ellos a una distancia no menor de 500 metros”, escribió en su cuenta de X.
Durante la jornada del viernes el Ejército israelí lanzó hasta cuatro oleadas de ataques contra el Dahiyeh además de sus bombardeos habituales en las zonas del sur y del este del país vecino.
Israel justifica estos ataques alegando que la milicia libanesa “ha incorporado sistemáticamente su infraestructura terrorista entre la población civil libanesa”.
Los bomberos trabajando en el fuego dejado por el bombardeo israelí del distrito de Haret Hreik, en el sur de Beirut
Por otra parte, al menos cuatro drones y una veintena de proyectiles fueron disparados desde Líbano contra el norte de Israel. El Ejército informó que los vehículos aéreos no tripulados fueron interceptados y que la mayoría de los cohetes también sin que provocaran víctimas.
En medio de este fuego cruzado, los esfuerzos diplomáticos para tratar de lograr un alto el fuego siguen avanzando. Ayer, el presidente del Parlamento libanés y aliado de Hizbulá, Nabih Berri, confirmó la recepción de una propuesta estadounidense durante una entrevista con el diario árabe con sede en Londres, Al Sharq al Awsat.
Las claves de la intensificación militar contra el Líbano
Israel intensificó esta semana de forma significativa sus bombardeos contra los suburbios meridionales de Beirut en medio de los esfuerzos diplomáticos para alcanzar un alto el fuego, en una aparente medida de presión a falta de nuevos objetivos de envergadura.
Devastación causada por el ataque israelí de este sábado sobre el sur de Beirut, en Haret Hreik
También se han producido en los últimos días una serie de ataques contra puntos fuera de su círculo más recurring de acción desde que el pasado 23 de septiembre comenzara la intensa ofensiva aérea, como Joun o Abadieh, en la provincia de Monte Líbano, adyacente a la capital.
1. Escalada en el Dahye
Los cazas israelíes solían bombardear el extrarradio beirutí del Dahye casi siempre por la noche y, en las últimas semanas, de forma espaciada cada varios días, en lo que algunos veían como una maniobra psicológica dirigida a la población desplazada de un suburbio prácticamente fantasma desde hace mes y medio.
Sin embargo, desde el pasado martes los ataques han sido diarios, incluidos algunos este sábado, y, en algunos casos, diurnos. Ayer mismo, el Ejército israelí confirmó tres oleadas diferentes de bombardeos contra el Dahye, para donde suele lanzar órdenes de evacuación previas a través de la cuenta en X de su portavoz Avichay Adraee.
Desde puntos altos de los alrededores, se pueden observar día tras día columnas de humo elevándose desde estos suburbios meridionales.
2. Otros frentes
Coincidiendo con la escalada en estos barrios, Israel también ha lanzado en los últimos días ataques contra puntos de Siria cercanos a la frontera con el Líbano, donde asegura haber alcanzado centros de transporte que eran utilizados para el envío de armamento al grupo chií libanés Hizbulá.
Adraee calificó estas acciones de “otro golpe contra las capacidades de la Unidad 4.400, responsable de transportar armas de Irán a Siria y el Líbano”.
Como lleva haciendo desde comienzos de mes, el Estado judío también se ha estado ensañando con fuerza contra el distrito de Baalbek, en el este del Líbano, donde la noche de este mismo jueves murieron 15 miembros de la Defensa Civil en un centro de la organización.
3. Expansión de la invasión
Sin dar detalles, el Ejército israelí anunció el miércoles que las tropas de la División 91 habían realizado a su vez incursiones en “varias zonas nuevas” del sur del Líbano, tras ampliar sus operaciones terrestres en marcha desde el pasado 1 de octubre.
Mientras, otras brigadas continúan con “actividades defensivas y ofensivas en la zona”, en el marco de una invasión que todavía se concentra a pocos kilómetros de la frontera de facto entre ambos países.
4. Intentos de tregua
Todo ello se produce en medio de nuevos esfuerzos diplomáticos para tratar de lograr un alto el fuego, por lo que se podría tratar de una medida de presión en este sentido, en medio de escasas expectativas de lograr una solución negociada al conflicto a corto plazo.
Ayer, el presidente del Parlamento libanés y aliado de Hizbulá, Nabih Berri, confirmó la recepción de una propuesta estadounidense de acuerdo durante una entrevista con el diario árabe con sede en Londres, Al Sharq al Awsat.
Según el mediador, el borrador estipula la creación de un comité formado por varios países occidentales para supervisar la implementación de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que puso fin a la anterior guerra de 2006, algo que el Líbano no acepta.
Pese a todo, se sigue debatiendo el mecanismo alternativo en un ambiente “positivo”, afirmó Berri al periódico.
5. ¿Segunda fase?
Con la cúpula de Hizbulá descabezada y muchas poblaciones del sur arrasadas, a Israel no le quedan muchas formas de apretar más las clavijas sin pasar a una segunda fase de una envergadura mayor.
Sus opciones pasan por intensificar los bombardeos contra zonas como el Dahye, o cargar con fuerza contra las estratégicas ciudades de Tiro (sur) o Baalbek (este), que en las últimas tres semanas incluyó en su radio de acción tras haberlas dejado mayormente fuera al inicio de la ofensiva.
En la otra cara de la moneda, algunos temen el eventual comienzo de una escalada sin precedentes que pueda tener como objetivo infraestructura clave como el Aeropuerto Internacional de Beirut, los puertos marítimos y las principales arterias del país.
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