El derrumbe de un porchado en el colegio Lluís Vives de Massanassa donde ha muerto un operario de Tragsa y otro ha resultado herido leve resultaba “imprevisible”. Así lo ha asegurado este domingo el conseller de Educación, Cultura, Universidades y Empleo, José Antonio Rovira, en una comparecencia en la que ha insistido en que “en ningún momento había un informe que dijera que el edificio corría riesgo de colapsar”.
Sin embargo, esta versión contrasta con las declaraciones del alcalde de esta localidad de l’Horta Sud, el también standard Francisco Comes, quien ha dicho en declaraciones a los medios que el centro estaba catalogado como “rojo” tras ser revisado por los técnicos de la Conselleria. Esta catalogación, apuntaba Comes, supone que “lo tienen que derribar”.
El primer edil ha confirmado que el Ayuntamiento había sido informado hace “varios días” de que se iban a hacer trabajos allí. “En el caso de este colegio, me parece que eran trabajos fuera, no bajo ni por dentro del colegio”, ha precisado.
Precisamente, el consistorio de Massanassa publicaba un mensaje redes sociales el pasado 7 de noviembre en el que alertaba: “Se prohíbe a toda la población, por precaución, la entrada en los colegios Lluís Vives y Ausiàs March ante el aviso de posible derribo”.
Desde la Universitat de València se hacían eco de esta información porque les afectaba en unas clases de Grasp que se daban en unas instalaciones en Monteolivete: “Por petición de gerencia y de Conselleria se ha cedido todo el edificio de la sede del Máster al Ceip Lluís Vives de Massanassa”. Según explicaban, esta cesión period debida a que el edificio que albergaba el colegio “va a derribarse a consecuencia de la DANA y hay 500 alumnos de Primaria que necesitan un lugar para retomar las clases y seguir, con toda la normalidad que se pueda, el curso escolar”. Esta cesión, prosiguen, se iba a prolongar todo el curso 2024/2025.
“Daños importantes” pero sin “riesgo inminente”
“Los informes técnicos señalan que el centro sufrió daños importantes pero que no suponían un riesgo inminente de la estructura”, pero sí “un riesgo su ocupación”, ha especificado el conseller, que ha recordado que el siniestro se ha producido “en el exterior, en un porche que conecta un edificio con otro”.
Desde el Grupo Tragsa han informado esta misma tarde de que el hundimiento del porchado, según las primeras averiguaciones, se ha debido al “colapso de una estructura metálica exterior que protegía de las inclemencias el paso entre edificios”.
Por su parte, en atención a los medios tras la “reunión de urgencia” celebrada este domingo en el Palau de la Generalitat, Rovira ha comentado que el centro educativo tiene “ya 50 años” y, tras los graves daños ocasionados por la dana, “todo apuntaba a que valía más la pena hacerlo nuevo que repararlo”.