El cambio climático ha causado muertes masivas a escala pandémica. En lo que va de este siglo, ha provocado al menos cuatro millones de fallecimientos. Esto de acuerdo con un artículo publicado en la revista especializada Nature Medication que estuvo a cargo del epidemiólogo climático estadounidense Colin Carlson.
“Más de la mitad de esas muertes se habrán debido a la malaria en el África subsahariana, o a la malnutrición y a las enfermedades diarreicas en el sur de Asia, por lo que se presume que la mayoría de los muertos eran niños pequeños”, declaró el especialista.
Las estimaciones de Carlson, quien también es biólogo y profesor de la Universidad de Georgetown, se basan en la primera investigación de este tipo realizada en el año 2000, cuando el epidemiólogo australiano Anthony McMichael desarrolló un método para calcular la mortalidad por determinados factores de riesgo relacionados con el clima.
Para establecer el número de muertes atribuibles al cambio climático, se contabilizaron los decesos asociados con los efectos que provoca este fenómeno en la naturaleza y en la salud de las personas, tales como inundaciones, diarrea, malnutrición y enfermedades cardiovasculares, entre otras. El resultado fue un promedio de 166,000 fallecimientos al año. Esa tendencia indica que en 2024 se podrían superar los cuatro millones de defunciones, si sumamos todas las registradas desde el 2000.
Sin embargo, Carlson asegura que esas cifras están subestimadas, toda vez que no contemplan los decesos provocados por los incendios forestales ni las afectaciones a la salud psychological generadas por el calor extremo. Tampoco incluyen las muertes causadas por bacterias mortales, garrapatas, esporas de hongos y otros organismos favorecidos con el aumento de la temperatura.
“Muy pocas de estas muertes habrán sido reconocidas por las familias de las víctimas, o por los gobiernos nacionales, como consecuencia del cambio climático”, aseguró Carlson.
De acuerdo con un estudio del Instituto de Salud World de Barcelona (ISGlobal), las olas de calor podrían haber provocado la muerte de aproximadamente 70,000 personas en Europa durante 2022. “Si hoy hay una ola de calor o un episodio de temperaturas muy altas, vemos sistemáticamente un aumento de la mortalidad el mismo día y luego los días siguientes hasta siete o 10 días”, declaró Joan Ballester Claramunt, investigador de Instituto de Salud World de Barcelona (ISGlobal) y coautor de la investigación.
Desde esa perspectiva, señala Carlson, el cambio climático ha superado el número de víctimas mortales de casi todas las emergencias de salud pública de importancia internacional reconocidas por la Organización Mundial de la Salud, solo por detrás de la pandemia de Covid-19 que ocasionó siete millones de fallecimientos.
Los gobiernos mundiales, afirma, se comprometieron a destinar al menos 9 billones de dólares a la lucha contra el COVID, pero solo 143 millones de dólares de los fondos de adaptación climática en todo el mundo se gastan en salud cada año. “No importa cuántos gobiernos y organizaciones internacionales hablen del cambio climático como una emergencia sanitaria, su gasto muestra la historia actual”.