Lo que los penaltis dieron en La Cartuja, pudieron quitarlo en Las Gaunas, pero al last no sucedió, y el Athletic consiguió llevarse la eliminatoria. El futbolista elegido por Valverde para lanzar en Sevilla el último tiro, Unai Gómez, que no pudo hacerlo porque la tanda gloriosa de los rojiblancos acabó antes, fue el encargado de ejecutar también el lanzamiento definitivo en Logroño. No dio opciones a Royo, y permitió que su equipo saliera de un mal trago.
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Enrique Royo, Eloy Moreno, Julen Monreal, Beñat Almandoz (Álvaro Mateo, min. 105), Pol Arnau, Enzo Facchin (Jon Madrazo, min. 60), Curro Bonilla (Imanol Sarriegui, min. 74), Ricardo de Moraes (Juan Agüero, min. 60), Iván Garrido, Pau López (Álex Gualda, min. 73) y Mario Nájera León (Iván Estrecha, min. 86)
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Julen Agirrezabala, Óscar De Marcos, Adama Boiro (Yuri Berchiche, min. 90), Unai Núñez (Dani Vivian, min. 68), Aitor Paredes, Álvaro Djaló (Nico Williams, min. 59), Ander Herrera (Mikel Jauregizar, min. 59), Alex Berenguer, Mikel Vesga (Unai Gómez, min. 79), Nico Serrano (Iñaki Williams, min. 59) y Gorka Guruzeta
Penaltis:
1-0. Julen Monreal.
1-1. Daniel Vivian.
1-2. Unai Gómez.
1-3. Berenguer.
Falla Álex Gualda.
1-4. Yuri.
Falla Nico Williams.
2-4. Eloy Moreno.
Falla Imanol Sarriegui.
3-4. Juan Agüero.
Arbitro Mario Melero López
Tarjetas amarillas
Unai Núñez (min. 27), Curro Bonilla (min. 38), Valverde (min. 43), Ander Herrera (min. 52), Adama Boiro (min. 88), Juan Agüero (min. 89), Williams (min. 94), Mikel Jauregizar (min. 101)
Fue una bonita excursión para los más de mil seguidores del Athletic que viajaron a Logroño: un trayecto corto, unos vinos riojanos por la calle Laurel, tal vez una visita, muy cerca de allí, a la quesería de Tato Abadía, que fue figura mítica del histórico Logroñés, y unos champis en el Soriano, visita de obligado cumplimiento. Luego al fútbol, a pasarlo mal durante 120 minutos, los que aguantó el Logroñés en pie hasta los penaltis, pero es muy complicado ganarle una eliminatoria a partido único al Athletic, que ya lleva 26 consecutivas a su favor y 20 años sin caer en una, así que el regreso a Bilbao fue alegre.
Empezó intenso el Athletic para intentar resolver cuanto antes, pero los ardores iniciales se fueron mitigando con el paso de los minutos. Adama y Djaló buscaron profundidad por la izquierda, y los centros del defensa y los remates del delantero causaron inquietud en la zaga del Logroñés, que no se dejó llevar por el entusiasmo de los pequeños frente a los grandes, y jugando con racionalidad, e incluso cierta frialdad, fue apagando los impulsos bilbaínos.
Después de un lanzamiento peligroso de Ander Herrera a los 25 minutos, que se marchó fuera por centímetros, el Athletic, que modificó sustancialmente su alineación inicial, se fue diluyendo, y aunque el Logroñés no mordía en ataque, mantenía el orden en medio campo y en defensa, y desactivaba a un rival inusualmente parsimonioso, aunque solo recibió un disparo, desde lejos, en el minuto 44.
Con el transcurso de la segunda parte, Valverde observó que las cosas no iban como deseaba, así que ordenó la salida al campo de toda su artillería, pero el Logroñés se pertrechó atrás con mucho orden, y cerrando las bandas a los Williams. Refrescó el técnico del Athletic el medio campo, con Jauregizar y Unai Gómez, aunque no mejoró demasiado el juego bilbaíno. El equipo native desistió por completo del ataque, pero Monreal y Moreno, los dos centrales riojanos, se convirtieron en colosos, para evitar cualquier remate.
Apretó el Athletic todo lo que pudo, pero no encontró inspiración ni espacios, porque el Logroñés jugó con inteligencia, sin recurrir siquiera a las faltas para evitar riesgos a balón parado, y así llegó al last de los 90 minutos y a la prórroga sin ceder, salvo en la última jugada del partido, cuando un centro de Nico Williams acabó en gol de Berenguer, que el árbitro anuló al considerar que la pelota había salido por la línea de fondo, aunque las imágenes no lo dejaron claro.
Después, los penaltis; una parada de Agirrezabala, un disparo fuera de Sarriegi, el tiro de Nico a las nubes y el último disparo de Unai para clasificar al Athletic.