Repetir un año como 2023 parecía complicado. En un ejercicio en el que la política monetaria y los acontecimientos geopolíticos han marcado el rumbo de los mercados, los inversores han logrado sobreponerse a los sobresaltos. El ajuste de carteras de la recta closing de año ha frustrado el tradicional rally de fin de año, pero no ha empañado el buen comportamiento de la renta variable. Los bajos volúmenes propios de las últimas jornadas del año han sido aprovechados para consolidar las ganancias e ir preparando las estrategias para 2025, un año en el que todas las miradas volverán a estar puestas en EE UU y el impacto de la política económica de Donald Trump.
El Ibex 35, que logró recuperar la barrera de los 12.000 puntos, un nivel que no divisaba desde enero de 2010, se ha tenido que conformar con concluir el año a cinco puntos de los 11.600. Las expectativas de menores recortes de tipos, sobre todo en EE UU, y la corrección que en el último mes del año han encajado firmas como Inditex -el valor con más peso de la Bolsa española- llevan al selectivo a corregir un 0,39% en diciembre. Esta consolidación, que muchos analistas consideran sana, no empeña el buen hacer de la Bolsa española en 2024. El Ibex 35 se revaloriza un 14,78% y encadena su segundo año consecutivo al alza, algo que no sucedía desde 2014. Las ganancias en los últimos 24 meses alcanzan el 40,9%.
Entre los grandes valedores del buen comportamiento de la Bolsa española en 2024 han sido los bancos (Santander se anota un un 18,12%; BBVA, un 14,9%; Sabadell, un 68,64%; Unicaja, un 43,15%; CaixaBank, un 40,35% y Bankinter, un 31,82%), Iberdrola (12,09%), Inditex (27,08%) e IAG (103,76%). El tirón del turismo y los bajos precios del crudo llevan a la aerolínea a firmar su mejor año desde 2013. A pesar de este buen comportamiento sigue estando a un 29% de los nivele previos al estallido de la pandemia. El elevado endeudamiento y los bajos precios de la energía convierten a Cellnex (-14,27%) y las renovables (Solaria cede un 58% y Acciona Energía, un 36,61%) en las firmas que más puntos restan al Ibex. En la lista de damnificados se cuela Puig (-27,3%) y Grifols (-40,8%). Desde que a comienzos de 2024 el Gotham Metropolis acusara a la biofarmacéutica de falsear cuentas, Grifols no ha logrado levantar cabeza.
Superiores a las ganancias de la Bolsa española es la revalorización del 18,85% del Dax alemán. En este buen comportamiento hay que destacar que la Bolsa alemana, a diferencia de la mayoría de índices como el Ibex, no descuenta los dividendos. Si se aplicara este mismo patrón en el mercado español, el selectivo seguiría superando a su homólogo alemán con unas ganancias del 20% en 2024, un año en el que la retribución al accionista ha marcado récord.
La composición del índice y las expectativas de que el gobierno resultante de las elecciones del 23 de febrero decida de una vez por todas rebajar los impuestos e impulsar el gasto para reanimar la economía han permitido a la Bolsa alemana superar los 20.000 puntos por primera vez en la historia. Esto es especialmente significativo en un momento en el que la economía alemana languidece y las previsiones más optimistas limitan al 0,1% el crecimiento para los próximos 12 meses. Entre los grandes valedores del buen comportamiento del Dax destacan las ganancias del 319,83% que registra Siemens Power, una revalorización superior al 177,63% que registra Nvidia, la empresa de moda en los mercados. Junto a la energética, que ha logrado enderezar el rumbo y seducir a los inversores, destacan las ganancias del 114,15% que registra la empresa de defensa Rheinmetall y el 69,41% de SAP. La tecnológica alemana se ha subido a la ola de la inteligencia synthetic y arranca 2025 como la tecnológica europea más valiosa.
El pódium de índices más alcistas en Europa lo cierra el Mib italiano que avanza un 12,63% en el año. La Bolsa transalpina ha seguido exprimiendo al máximo los tipos altos. Aunque la period de los beneficios récord para la banca tiene los días contados en un entorno de tasas más bajas, por segundo año consecutivo el sector bancario europeo ha registrado ganancias de más del 20%. En 2024 la banca del Viejo Continente lidera los ascensos con una revalorización del 25,9%, seguida de cerca por las aseguradoras (18,09%) y las telecomunicaciones (16,17%). Al tirón del sector financiero se suma la mayor estabilidad política, algo que adquiere una mayor importancia ahora que Alemania y Francia, países que durante años han abanderado la etiqueta de estados seguros, se han visto sacudidos por la inestabilidad política, los desequilibrios fiscales y las peores perspectivas de crecimiento.
Más moderadas son las ganancias del 5,7% que registra el Ftse británico, el 8,3% que se anota Euro Stoxx 50% y el 5,8% del Stoxx 600. Según datos de Bloomberg, los ascensos de este último están muy por debajo del 16% de media que ha registrado el índice en todos los años positivos desde su creación en 1980. Las preocupaciones sobre posibles aranceles una vez que Donald Trump jure el cargo el próximo 20 de enero, el débil crecimiento de China y, en última instancia, la inestabilidad política explica este pobre desempeño.
En un año en el que el verde ha sido el telón de fondo en la renta variable mundial, el Cac francés se ha desmarcado de esta tendencia y retrocede un 2,15%. Desde que a comienzos de junio Emmanuel Macron adelantara las elecciones legislativas, los inversores fueron perdiendo la confianza y aceleraron la venta de activos galos. Lejos quedan los récords registrados en el primer semestre.
A la fragmentación política que provocó la caída del gobierno de Michel Barnier, el ejecutivo más efímero de la V República, se suma el mal comportamiento de las firmas del lujo, cotizadas con gran peso en el índice, y la debilidad de la economía. Las perspectivas para los próximos meses no resultan mucho más esperanzadoras. El proyecto de presupuestos para 2025 continúa en el limbo y la tarea de abordar el creciente déficit que arrastra el país resulta muy complicado. Además de los problemas internos, los inversores aguardan a conocer el impacto de las políticas arancelarias. Una quinta parte de los integrantes del Cac están muy expuestos a China, entre las que se encuentra LVHM. Los expertos guardan pocas esperanzas sobre la recuperación y optan por esperar a ver qué pasa antes de tomar posiciones.
Durante años, el lema de que las acciones europeas lo iban a hacer mejor que las estadounidenses ha dominado las presentaciones de análisis, pero una vez más han vuelto a errar. En un ejercicio en el que las elecciones estadounidenses estaban marcadas en rojo como el evento político del año, a los inversores no les ha temblado el pulso y han seguido aumentando su exposición al mercado estadounidense. La resiliencia de la economía estadounidense, las expectativas que giran alrededor de la inteligencia synthetic y, en la recta closing de año, la aplastante victoria republicana han sido ingredientes suficientes para que los tres índices de referencia de Wall Avenue marcaran sucesivos máximos históricos y retuvieran el trono de Bolsa más alcista. Con una ganancia del 23,8%, el S&P 500 firma su mejor año electoral desde 1980, y ha dejado obsoletas las previsiones que apuntaban a que en 2023 la renta variable estadounidense entraría en corrección. Superiores a los ascensos del índice al que miran todos los gestores son las ganancias del 29,8% que registra el Nasdaq. Un escalón por debajo se sitúa el Dow Jones, que sube un 13%.
Por segundo año consecutivo, el tirón de los siete magníficos (Tesla, Amazon, Alphabet, Apple, Nvidia, Microsoft y Meta) es el principal responsable de este buen desempeño. Las grandes tecnológicas han seguido avanzando a una velocidad de vértigo y su peso en el S&P 500 alcanza ya el 33%. El reto para los próximos meses es que las expectativas que existen alrededor de la IA se transformen en beneficios. A lo largo de 2024, las ganancias de estas firmas han seguido avanzando, pero poco a poco el ritmo de crecimiento se ha ido ralentizando. La mejor prueba de ello han sido los resultados de Nvidia. El fabricante de chips de la IA continúa registrando unos resultados envidiables, pero los retrasos en la entrega de chips, la caída de los márgenes y las dudas sobre el alcance de la guerra comercial han acelerado la corrección en la recta closing del ejercicio.
“Las exigentes valoraciones, el posible closing de los recortes de tipos de la Fed y unas políticas extremas, pueden acabar propiciando una reacción violenta adversa en la economía y los mercados estadounidenses. Esperar y ver es, más que nunca, la mejor receta”, señalan desde Macroyield. Este escepticismo contrasta con la euforia que muestra el consenso que sigue viendo a la Bolsa estadounidense como la mejor opción para los próximos meses. Mientras gigantes de la inversión como BlackRock elevan al máximo su apuesta por la Bolsa estadounidense, en el departamento de análisis de Bankinter centran el grueso de su cartera en acciones estadounidenses. Con unas perspectivas de crecimiento del beneficio por acción de entre el 13,6% y el 12% para los próximos dos años, desde la entidad creen que el S&P 500 conserva un potencial del 12%, hasta los 6.600 puntos. Más optimista es Binky Chadha, estratega de renta variable estadounidense para Deutsche Financial institution, que ve al índice en los 7.000 puntos.
No han querido perderse la fiesta alcista los índices asiáticos. El Nikkei, que a comienzos de agosto vivió su peor sesión desde 1987, logra recomponerse y avanza un 19,53%. Las medidas para revitalizar la economía china se han limitado a medidas en materia de política monetaria. A pesar de que la recuperación del gigante asiático se ha moderado y de que los inversores reclaman fiscales para revitalizar el consumo, el Grasp Seng cierre 2024 con una subida del 19,49%, ascensos que alcanzan el 16,2% en el CSI 300.
Sacudidas en la renta fija
Uno de los mercados que más volatilidad y al que los inversores han prestado más atención es al de deuda. Los bancos centrales han iniciado este año el proceso de flexibilización monetaria, pero lo han hecho a un ritmo más moderado de lo que el mercado descontaba. El BCE y la Reserva Federal han rebajado las tasas en 100 puntos básicos, inferior a los 175 puntos básicos que los inversores esperaban para la zona euro y los 150 para EE UU. En el aire está ahora los próximos pasos a seguir. Después de que en la última reunión el Comité de Mercado Abierto (FOMC) recortara drásticamente las proyecciones de reducción del precio del dinero (ahora solo ven dos recortes más en todo 2025 frente a las cuatro de septiembre) y tras un dato de inflación como el de España que pone de manifiesto la resistencia de los precios, las dudas reconcomen a los inversores.
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