La amenaza de aranceles por parte de Estados Unidos se extiende a todo tipo de productos y basta que quepa la posibilidad de su aplicación para que los precios se disparen. Es lo que está sucediendo con el cobre después de que Donald Trump ordenara a finales de febrero al Departamento de Comercio de Estados Unidos que iniciara una investigación para la posible aplicación de tarifas sobre el cobre por motivos de seguridad nacional. La decisión está disparando el precio del steel, que hoy ha tocado los 10.000 dólares por tonelada en el mercado de Londres y se acerca de nuevo a máximos.
El mercado ya se está anticipando a las conclusiones de esa investigación y prevé que el cobre corra la misma suerte que el aluminio y el acero, sobre los que EE UU aplica ya desde este mes un arancel de forma generalizada del 25%. En firmas como Goldman Sachs o Citi prevén que EE UU imponga aranceles sobre las importaciones de este steel del 25% a finales de este año.
Ante la amenaza arancelaria, el precio del cobre sube con fuerza este año y ha acelerado su avance en las últimas semanas. Los precios del cobre en el mercado Comex de materias primas de Nueva York acumulan una subida del 27% en 2025, mientras que en el London Steel Change avanzan el 14% y es donde hoy se paga entorno a los 10.000 dólares la tonelada. La diferencia de precios a un lado y otro del Atlántico se explica por el fuerte acopio cobre en EE UU que se está registrando en prevención de la aplicación de aranceles. No en vano, este steel tiene un importante uso industrial en todo lo relativo a instalaciones eléctricas.
Los principales operadores de materias primas como Trafigura o Glencore están dirigiendo el steel hacia Estados Unidos en perjuicio de mercados como Asia, mientras se está reduciendo la disponibilidad de cobre en el conjunto del mundo. “Se trata de una ola de revalorización generalizada desencadenada por los posibles aranceles de EE UU. Los cargamentos se dirigen preferiblemente a Estados Unidos, dejando a otros lugares desabastecidos. El sentimiento comprador es muy fuerte”, explica Wei Lai, operador de la firma Zijin Mining Funding Shanghai Co en declaraciones recogidas por Bloomberg. Con la subida registrada este jueves, el cobre se coloca en los niveles más altos desde el pasado octubre y se acerca un poco más a los máximos de 2021, cuando alcanzó los 10.700 dólares por tonelada.
El ascenso de su precio, que también suele esta relacionado con momentos de debilidad del dólar como ha sucedido recientemente, está impulsando la cotización de mineras chinas como MMG, que se revaloriza más del 20% en el último mes; Jiangxi Copper, que sube más del 6% en ese período o CMOC Group, que avanza el 14%. En Citi acaban de elevar su previsión para el precio del cobre a los 10.000 dólares por tonelada en el corto plazo, ante una demanda de importación desde Estados Unidos más fuerte de forma temporal.
El banco estadounidense prevé que la escasez de cobre en el mercado fuera de Estados Unidos sostenga su precio hasta finales del segundo trimestre, mientras se prolongue la importación preventiva del steel. A partir de entonces podría darse un descenso en los precios una vez se desplome la demanda por la aplicación de aranceles, a lo que se sumarían las menores expectativas de crecimiento económico por los efectos de la guerra comercial. La menor demanda de cobre por la desaceleración de la economía es de hecho uno de los riesgos sobre los que advierte RBC ante el repunte del precio del cobre. Su revalorización, además de por la amenaza de aranceles, también se ha apoyado por la mejora de la demanda del steel en China, aunque puede desinflarse si la guerra comercial acaba afectando de forma generalizada a la industria manufacturera. Aun así, en RBC destacan que los factores estructurales que sostienen el precio del cobre con miras al medio plazo se mantienen intactos y se fundamentan en la demanda de este steel que crea la transición energética y el auge de los centros de datos.
El precise desvío de cargamentos de cobre hacia Estados Unidos repite un patrón similar a lo que está sucediendo con el oro. Las cámaras acorazadas de la Bolsa de materias primas Comex de Nueva York están recibiendo toneladas del steel precioso desde Londres, en prevención de que el oro no se vea penalizado por la aplicación de aranceles. La inversión en oro es financiera pero también tiene una vertiente física: los operadores necesitan acceder al oro materials para cumplir determinados contratos de futuros, que permiten al comprador recibir la entrega física del steel. Y el lugar donde custodiar los lingotes es clave si se avecinan posibles aranceles que graven su entrada en Estados Unidos, una amenaza que de momento pasa el oro por alto.