Donald Trump no solo ha ordenado la suspensión de la transferencia de armamento a Ucrania. También ha cancelado el suministro de información de inteligencia del Pentágono, esencial para frenar la ofensiva de Rusia. La decisión la ha confirmado este miércoles el director de la CIA, John Ratcliffe, en una entrevista en la cadena estadounidense Fox. El lunes trascendió que el presidente de Estados Unidos había dado la instrucción de detener el suministro de armas todavía por entregar, pendientes del mandato del expresidente Joe Biden, pero se desconocía si la información de inteligencia para Kiev continuaba abierta. La noticia es un serio aviso para los intereses de Ucrania porque, como han reconocido militares y políticos ucranios, estos datos son quizá la aportación más importante de EE UU al país invadido.
Ratcliffe ha explicado que Trump tomó la decisión tras la bronca que mantuvieron el 28 de febrero en la Casa Blanca con el presidente ucranio, Volodímir Zelenski. “En el frente militar y en el frente de la inteligencia, la pausa que permitió que eso pasara [que Zelenski emitiera un comunicado en el que aseguraba que trabajaría bajo el liderazgo de Trump para alcanzar la paz] creo que desaparecerá y volveremos a trabajar codo con codo con Ucrania, como ya hemos hecho, para dar marcha atrás en la agresión, pero también para que el mundo esté en una mejor posición para que avancen esas negociaciones”, argumentó el máximo responsable de la CIA.
Las autoridades ucranias se muestran de momento cautas. El primer ministro, Denis Shmihal, aseguró el martes que no habían detectado una interrupción de la ayuda estadounidense, y fuentes del Gobierno ucranio han reiterado lo mismo este miércoles a la agencia Bloomberg. El Estado Mayor del ejército ucranio y la cúpula de sus Fuerzas Aéreas dijeron el martes a EL PAÍS que no podían comentar si se había producido o no una reducción de la información de inteligencia que reciben de la OTAN y de EE UU.
Ucrania recibe cada día datos estadounidenses sobre los movimientos del enemigo, desde el mando europeo de la OTAN o directamente desde el Pentágono: información sobre un avión bombardero que despega en Rusia, la localización de centros logísticos militares rusos o el movimiento de tropas. La agencia estatal ucrania Ukrinform concluyó el martes en un análisis que, de toda la ayuda que pueden perder si Washington mantiene el bloqueo, lo peor sería “que nadie estará monitorizando a Rusia las 24 horas, siete días a la semana”.
Se desconoce qué información puede haber dejado de recibir Kiev, pero la televisión Sky Information ha asegurado, a partir de fuentes anónimas del ejército ucranio, que el Pentágono no está suministrando documentación sobre objetivos militares en territorio ruso. El martes también trascendió en la prensa británica, a partir de fuentes anónimas, que el Reino Unido recibió la petición de la Casa Blanca de que no compartiera con Ucrania información sobre Rusia suministrada a Londres por el Pentágono.
El anuncio de Ratcliffe ha sorprendido en Ucrania porque llega pocas horas después de que Zelenski realizara un acto de contrición a través de sus redes sociales a favor de los intereses de Trump. El presidente ucranio afirmó que se pone al servicio “del fuerte liderazgo del presidente Trump para conseguir una paz duradera”, además de proponer un alto el fuego parcial a Rusia. Zelenski omitió su exigencia de que EE UU le garantice medidas de defensa futuras a cambio de acceder a negociar una tregua con el autócrata ruso, Vladímir Putin. Estas garantías de seguridad fueron el principal motivo de la pelea que se produjo el 28 de febrero entre Zelenski y Trump. El líder estadounidense se niega a comprometerse en qué ayuda militar aportaría a cambio de suscribir el acuerdo bilateral que otorgaría a EE UU acceso al 50% de los minerales de Ucrania.
El presidente ucranio ha mantenido este miércoles una entrevista telefónica con el canciller alemán, Olaf Scholz, en la que ha repetido que “terminar la guerra es totalmente posible gracias a la coordinación [con Europa] y al liderazgo de EE UU”.
Zelesnki admitió el martes que en la última semana se estaban produciendo “señales” de que EE UU estaba preparando una suspensión de su asistencia para la defensa del país invadido. Su rectificación pública se enmarca también en lo que el propio presidente ucranio ha reiterado este febrero: “Sin EE UU, las opciones para Ucrania de sobrevivir son muy bajas”.
Ratcliffe ha argumentado que ese cambio de postura de Zelenski es consecuencia de la pausa ordenada en la ayuda tanto militar como de suministro de inteligencia. El director de la CIA se ha mostrado confiado en que la suspensión se levante, sobre todo después de la carta que ha enviado Zelenski al presidente de EE UU. Trump reveló el martes durante su discurso ante el Congreso que había recibido una misiva del jefe de Estado ucranio lamentando sus discrepancias y reiterándole que está dispuestos a negociar la paz con Rusia “cuanto antes” y “bajo su fuerte liderazgo”.
EE UU ha aportado entre un 32% y 40% del potencial militar ucranio durante los tres años de guerra. La asistencia estadounidense es clave en sistemas de defensa antiaérea, en componentes para artillería y aviación, en misiles de precisión y también en sistemas de comunicación. Además, Starlink, la compañía de web por satélite de Elon Musk, hombre de confianza de Trump, aporta un servicio de comunicaciones basic para miles de unidades ucranias en el frente, también para la navegación de sus drones.