El PP de Catalunya, o al menos una buena parte de él, se ha emancipado esta tarde de lo que sucedió hace una semana en Madrid. Representantes de la cúpula del partido, cuadros medios, diputados y concejales más alejandristas o más bien poco alejandristas han acudido a la presentación en Barcelona del libro del presidente del PP catalán, Alejandro Fernández.
Presentación del libro de Alejandro Fernández, presidente del PP de Catalunya, ‘A calzón quitao’
Quedaba atrás el rotundo plante que le dedicó la dirección nacional de la calle Génova al dirigente catalán, que en su libro es crítico con la tutela que se ha ejercido siempre desde Madrid con la formación en Catalunya. En una sala con cerca de 400 asistentes y con representantes del siempre complejo puzzle del PP catalán en primera fila –el acalde de Castelldefels y presidente de los populares en Barcelona, Manu Reyes, el secretario normal, Josep Tutusaus, el portavoz parlamentario Juan Fernández, el concejal Juan Milián…– testificaron que, por lo menos ahora y tras los buenos resultados del 12-M, no es el momento de volver a luchas cainitas. Aunque el libro de Alejandro Fernández haya sacudido algunos equilibrios internos, el acto de este lunes puso distancia a la tormenta madrileña.
El PP de Catalunya arropa a Alejandro Fernández en la presentación de su libro
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En su intervención, Alejandro Fernández subrayó la necesidad de fortalecer el proyecto del PP de Catalunya, reivindicando así la autonomía propia, para agrandar el proyecto español. Admitió que sus reflexiones han generado algún problema en clave interna pero subrayó su “whole” compromiso con la formación y con sus presidente, en alusión a Alberto Núñez Feijóo. El dirigente catalán aseguró que nunca más se va a callar, e invitó a los suyos a hacer los mismo: defender al PP por lo que es y no por lo que los demás dicen que debería ser.
Para giros, dijo Alejandro Fernández, los que él mismo dio en su juventud en las discotecas de Salou. Y quizás muchos en el PP catalán piensan también que ya han bailado lo suficiente.