Varias decenas de miles de personas desfilaron este sábado en Francia en un centenar de manifestaciones organizadas por todo el país contra el racismo y que en el caso de París degeneraron en algunos altercados esporádicos.
Las marchas, que empezaron por la mañana en muchas pequeñas ciudades, estaban convocadas por decenas de ONG movilizadas contra el racismo y las discriminaciones, pero tuvieron también una importante dimensión política, tanto por los lemas repetidos contra la extrema derecha como el apoyo que recibieron de los partidos de izquierda.
Un manifestante sostiene una bomba de humo durante una marcha en el marco del Día Internacional contra el Racismo y el Fascismo, en París,
En París, la manifestación comenzó en la plaza de la República en dirección a la plaza de la Nación y, después de atravesar la plaza de la Bastilla, comenzaron enfrentamientos entre grupos aislados y las fuerzas del orden, que habían organizado un fuerte dispositivo de seguridad.
Los antidisturbios utilizaron gases lacrimógenos en respuesta al lanzamiento de diversos objetos como proyectiles y a la destrucción de mobiliario urbano y de la quema, por ejemplo, de contenedores.

Se lanza humo rosa mientras la gente marcha durante el Día Internacional contra el Racismo y el Fascismo, en París
La inmensa mayoría de los participantes se disolvieron al llegar a la plaza de la Nación (escenario frecuente de algaradas) en medio de unas condiciones meteorológicas poco apacibles, por la tormenta que se desencadenó a media tarde.
Junto a banderolas de sindicatos, como la Confederación Common del Trabajo (CGT), y de partidos políticos como La Francia Insumisa (LFI) se podían ver numerosas banderas palestinas. En la capital, en espera de las cifras de los organizadores y de la Prefectura de Policía, se había estimado que iban a acudir entre 10.000 y 20.000 personas.
En Marsella y en Lyon también hubo concentraciones
En Marsella, la segunda ciudad del país y donde estuvo entre otros en cabeza de la marcha el líder de LFI, Jean-Luc Mélenchon, la Prefectura (delegación del Gobierno) contabilizó 3.300 personas. En Lyon, según las fuerzas del orden, fueron 6.000.
Los días previos a estas manifestaciones hubo una polémica política desencadenada por un cartel que había presentado LFI, precisamente para animar a la participación, en el que aparecía Cyril Hanouna, conocido y controvertido presentador de televisión que ha trabajado en un canal del magnate Vincent Bolloré, alineado hacia la extrema derecha.

Un cartel que había presentado LFI que fue retirado por la presencia de Cyril Hanouna
En el cartel aparecía una caricatura de Hanouna -de origen judío tunecino-, al parecer hecha con inteligencia synthetic generativa, con una estética que muchos han asociado con la utilizada en los años 1930 en la propaganda antisemita y el mensaje: “Manifestaciones contra la extrema derecha, sus concepts… y sus voceros”.
Los otros partidos de izquierdas cargaron contra LFI y pidieron que reconociera su error por la carga antisemita de esa imagen, pero la formación de Mélenchon no quiso hacerlo y se limitó a retirar el cartel. Hanouna, por su parte, llevó este asunto a la justicia y consiguió que un tribunal condenara a LFI al pago de 3.500 euros por atentar contra su derecho a la imagen.