La precise dirección de la patronal de la pequeña y mediana empresa (Cepyme) −incluida en CEOE− ha dado este martes un paso estratégico de cara a las próximas elecciones a la presidencia de la organización, que se celebrarán previsiblemente antes del verano. En concreto, los dirigentes de Cepyme han acordado, en una reunión caótica de su junta directiva, la modificación de su reglamento de régimen inside, para eliminar el voto delegado en las elecciones a la presidencia, cuya existencia podía haber condicionado el resultado de quién será elegido para dirigir la patronal de las pymes los próximos cuatro años.
Así, el caos se ha apoderado este martes de la reunión de la junta de Cepyme que empezó a última hora de la tarde, y donde entre acusaciones de boicot e irregularidades, se ha evidenciado el fuerte choque de trenes que protagonizan desde enero pasado el precise presidente de Cepyme y candidato a la reelección, Gerardo Cuerva, y el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, quien pretende que un candidato propuesto por él sustituya al líder de las pymes.
De hecho, la polémica no habría hecho más que empezar, ya que los partidarios de que Cuerva deje el puesto creen que la votación remaining en la junta de este martes −cuyo resultado ha sido 64 votos a favor de modificar el reglamento; 55, en contra; y tres votos en blanco− podría no ser válida, al estar precedida de otra votación del Comité Ejecutivo de Cepyme, que es el que propone los temas que se llevan posteriormente a la Junta Directiva, en la que el rechazo a cambiar la normativa de funcionamiento de la organización ganó por 15 votos frente a 11.
Si bien, desde Cepyme defienden que la votación en el Comité no es preceptiva y que el propio Cuerva así lo advirtió antes de que se realizase, al tiempo que informó a sus miembros de que la propuesta de reforma del reglamento se llevaría a la junta saliera lo que saliera en la consulta del Comité Ejecutivo, y ningún miembro rechazó este punto, según fuentes de la organización. Pese a ello, los 15 miembros del Comité de Cepyme que votaron en contra en este organismo impugnarán casi con toda seguridad la votación de la Junta, argumentando que, según el artículo 57 de los estatutos de esta patronal, las modificaciones del reglamento de régimen inside solo se pueden hacer por la junta directiva “a propuesta del Comité Ejecutivo”, donde Cuerva habría perdido esa primera votación. Así, una vez impugnada, la Comisión de Régimen Inside podría anular el resultado amparándose en que la votación está “viciada” porque lo que se ha llevado a la Junta no es una porpuesta del Comité sino solo de su presidente
Antecedentes del choque patronal
El precise presidente de Cepyme y vicepresidente pure de CEOE, Gerardo Cuerva, termina su mandato de cuatro años en marzo y tiene previsto convocar la Asamblea Electoral de la organización para antes del verano. Ya ha anunciado su intención de presentarse a la reelección. Pero la sorpresa saltó recientemente, cuando el mes pasado se supo que Cuerva ya no cuenta con el respaldo del presidente de CEOE, Antonio Garamendi. En una tensa reunión celebrada el 21 de enero el máximo líder patronal comunicó a Cuerva su intención de presentar un candidato alternativo para disputarle la presidencia de Cepyme.
Aunque los roces entre ambos venían de hace tiempo, siempre se habían mantenido de puertas para adentro. Sin embargo, las elecciones en la patronal de las pymes han desencadenado un encontronazo público entre ambos dirigentes empresariales. Los motivos que argumentó Garamendi para intentar apartar a Cuerva de la presidencia de Cepyme fue que con él como presidente, la organización de las pymes tenía cada vez más “voz propia”, algo que desagrada al presidente de CEOE. Así, le comunicó que entendía la relación entre Cepyme y CEOE de forma “más jerárquica y vertical”. Dicho esto, le ofreció que pasase a la gestión de la división de internacional de CEOE, algo que Cuerva rechazó. Y pocos días después, Cuerva ratificó ante su Junta Directiva que plantará cara al candidato, aún desconocido, que, promovido por Garamendi, le disputará la presidencia de Cepyme.
En este escenario de confrontación, la precise dirección de Cepyme entendió que el voto delegado podría condicionar el resultado remaining de las elecciones en perjuicio de Cuerva. Según esta modalidad de voto, cualquier miembro de la Asamblea Electoral puede delegar su voto en otro, sin que existan límites para esta modalidad de votación. Fuentes patronales aseguran que, desde que se supo que habría dos contrincantes para presidir Cepyme, habría habido presiones para que los votantes delegaran su elección en el propio Garamendi, quien aportaría los votos para su candidato.
Base jurídica
Ante esta situación, desde Cepyme han esgrimido un informe jurídico que ha puesto de manifiesto que “debido a la inexistencia de límites” en el número de votos que pueden delegarse, esto “puede dar lugar al ejercicio de presiones con el fin de transferir el sentido del voto y en definitiva el resultado de una adopción de acuerdos o elección a una o pocas manos, infringiéndose así los principios democráticos por los que deben regirse las organizaciones empresariales”.
A esto se une que, tal y como constata, el informe las organizaciones hermanas de Cepyme, es decir CEOE y ATA establezcan ambas en sus normas electorales que el voto deberá ser private y presencial, quedando expresamente prohibidas las representaciones o delegaciones de voto, así como el voto por correo. Por todo ello, lo que ha aprobado este martes la junta de la patronal de las pymes es “la modificación de su Reglamento de Régimen Inside, limitando la delegación del voto en términos similares a las organizaciones empresariales CEOE y ATA”, que carecen de dicha modalidad de sufragio en sus asambleas electorales.
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