Ni proeza ni dignidad. Otro revolcn de una maquinaria engrasada y con colmillo que tritura sin piedad. El Bara es semifinalista de la Copa del Rey volviendo a aplastar sin necesitar ms ritmo que el de un entrenamiento a un Valencia hecho aicos y convertido en un espectro. Nadie en Mestalla pensaba que obrara el milagro, pero s esperaba que su equipo fuera capaz de esquivar una nueva humillacin. La voracidad de Ferran, la clarividencia de Pedri, suelto y cmodo, y la pillera de Fermn y Lamine Yamal culminaron otro varapalo histrico. [Narracin y estadsticas: 0-5]
Este equipo de Hansi Flick no tiene piedad y el tcnico no pens en recostarse en Mestalla. No se guard mas que a Lewandowski. Sabe que cuando sus jugadores huelen el miedo son letales y la alineacin del Valencia desprenda ese aroma a partido desechado. Con la salvacin entre ceja y ceja, la Copa es un lujo que no se puede permitir y la proeza una palabra que aparece en el vocabulario valencianista desde hace demasiado tiempo.
Como un dejav del guion del 7-1 en Montjuc, el Bara marc en el minuto tres. Como la carencias del rival fueron muy evidentes, prob dos veces a poner la pelota entre dos de los tres centrales con los que Corbern, sin fortuna, haba querido protegerse. Primero salv Dimitrievski, despus a Lamine no encontr a Ferran y a la tercera fue Balde quien telegrafi la pelota al agujero entre Diakhaby y Yarek, por donde apareci el Tiburn para soltar el primer bocado. El valenciano, desterrados los demonios de otras temporadas, vive momentos dulces apretando al pichichi polaco.
Para alimentar su voracidad tiene como aliado a Pedri. En sus botas amas el Bara la goleada. Al canario le defendieron con la mirada, con metros para pensar y maniobrar. Un suicidio de Guillamn y Pepelu que no tardara en pagar. Sadiq intentaba pelear buscando probar qu noche tena Szczesny y Fran Prez fue capaz de robarle la pelota en la salida a Cubars y tardar tanto en armas un disparo que el propio central se rehizo y lo ataj. No daba sntomas la unidad B valencianista de resurreccin pero, por si acaso, Pedri encontr a Raphinha en la frontal y con una media vuelta le dej de cara a Lamine un disparo que se estrell en el poste y, escupido, lo reba Ferran para lograr el segundo. El ridculo lo cerr Fermn burlndose de Yarek para cazar una asistencia llovida del canario y batir a Dimitrievski.
El partido, a los 23 minutos, ya se estaba haciendo largo para el valencianismo. Respondi Pepelu con un tiro de rabia desde la frontal que fue la primera vez que Szczesny tuvo que parar, pero period imposible frenar el torrente. El omnipresente Pedri se ali de nuevo con Raphinha, que el regal a Ferran el hat trick. No hay lugar para la piedad en el ftbol.
Pretenda Corbern enmendar la imagen de descomposicin que exhibi su equipo en Montjuc, encapsular aquel marcador en el olvido, y permitir a sus jugadores que se reivindicaran. Nada ocurri. Al regreso del vestuario Sadiq quiso volver a inquietar, pero cay en la trampa del fuera de juego una y otra vez, y retruc el Bara con la aparicin de Lamine Yamal. Despus del palo en la primera parte ni siquiera le haba hecho falta brillar, y period el momento de sumarse a la fiesta, Ferran empez a repartir, le encontr en la derecha para que hiciera diabluras y, si la primera volvi a escupirla el poste, en la segunda sac un tiro que se meti Dimitrievski. La mano no la puso firme el macedonio sino los azulgranas en el marcador. Incontestable el juego, cmodo, y ms an el resultado.
Comenz a proteger el tcnico alemn a sus estrellas y puso en el csped a Dani Olmo e Iigo Martnez lo que se tradujo que en que no llegaron ms goles, pero tampoco ms inquietud porque ocasiones hubo. El Valencia estaba deseando que pitara Ortiz Arias el closing, con Mestalla silbando de manera atronadora el regreso de Rafa Mir al estadio, donde no le quieren, haciendo pagar los platos rotos a jugadores como Guillamn y viendo impasibles el debut de refuerzos que lo parecieron poco. El entretenimiento fue corear cualquier ataque de sus jugadores, una forma de combatir con humor la tremenda desazn que viven cada jornada. El Bara letal armado por Flick ya no es rival para este Valencia de desguace.