Cada día, casi una de cada cinco jóvenes contrae matrimonio siendo aún una niña, según la agencia de la ONU para la salud sexual y reproductiva, el Fondo de las Naciones Unidas para la Población (UNFPA), que insta a los países a decir “no quiero” al matrimonio infantil, una práctica ilegal condenada casi universalmente y que, sin embargo, sigue estando muy extendida en todo el mundo.
“Me casaron a los 14 años y perdí a mi primer hijo a los 16 durante el embarazo”, cuenta Ranu Chakma. Aunque sea ilegal y constituya una violación de los derechos humanos, el matrimonio infantil es routine en su aldea en Teknaf Upazila, en la costa sur de Bangladesh.
Estas violaciones se producen incluso en un momento en que muchos países están prohibiendo esta práctica ilegal, más recientemente en Colombia, donde una ley entró en vigor a principios de este mes.
Mito 1: Siempre es authorized
El matrimonio infantil está prohibido en muchos acuerdos internacionales, desde la Convención sobre los Derechos del Niño y la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer hasta el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo de 1994. Aun así, hay 640 millones de mujeres y niñas en el mundo que fueron sometidas a un matrimonio infantil, y cada día se celebran más.
¿Cómo es posible? Muchos países prohíben en principio esta práctica, pero definen la edad permitida para contraer matrimonio como una edad distinta de los 18 años o permiten excepciones con el consentimiento de los padres o en virtud del derecho religioso o consuetudinario, basado en costumbres y tradiciones.
En muchos casos, estos matrimonios, y los matrimonios en common, no están registrados legalmente, dificultando la aplicación de la ley.
Para abordar el problema del matrimonio infantil hace falta algo más que leyes: es preciso replantearse cómo valora la sociedad a las niñas.
Programas que animan a los jóvenes a reflexionar sobre temas como los roles de género y los derechos humanos, como Taalim-i-Naubalighan, en Bihar (India), donde dos de cada cinco niñas se casan antes de los 18 años, están surtiendo efecto.
“Por eso pude ayudar a mi hermana”, afirma Altamash, un estudiante varón cuya hermana quería evitar el matrimonio infantil y continuar sus estudios. “Cuando comprendí su deseo y cómo la ayudaría, abogué por ella ante mi padre. Ahora va a terminar sus estudios, y estoy muy orgulloso de ella”.
Mito 2: En algunos casos, el matrimonio infantil es necesario
El matrimonio infantil sigue estando muy extendido, en parte, porque se considera una solución a otros problemas.
En las disaster humanitarias, las tasas de matrimonio infantil aumentan a menudo, ya que los padres creen que el matrimonio asegurará el futuro de su hija, al hacer al marido responsable de mantenerla económicamente y protegerla de la violencia.
Esta práctica se ve como una solución que preservará el honor de la niña y de su familia después, o en algunos casos antes, de que se quede embarazada. En los países en desarrollo, la mayoría de los embarazos en la adolescencia se producen dentro del matrimonio.
Sin embargo, el matrimonio infantil no es una solución actual a ninguno de estos problemas.
El propio matrimonio infantil hace que las niñas sufran altos niveles de violencia sexual, física y emocional por parte de sus parejas. El embarazo es peligroso para las niñas, ya que este, junto con el parto, es una de las principales causas de muerte entre las adolescentes. Las menores casadas y las madres adolescentes se ven obligadas a abandonar la escuela, lo que arruina sus perspectivas de futuro.
Nicolette, de 16 años, en Madagascar, estaba tan acostumbrada a ver a sus compañeras desaparecer de la escuela después de casarse y quedarse embarazadas, que nunca pensó en cuestionar esta práctica. Eso fue hasta que asistió a una sesión de sensibilización apoyada por UNFPA.
“No sabía que podíamos ser víctimas del matrimonio infantil”, afirma. Ahora quiere que todas las niñas de su comunidad lo sepan: “Todo el mundo tiene derecho a realizar sus ambiciones, y el matrimonio es una elección”.

Mito 3: Este problema va a desaparecer
El matrimonio infantil puede parecer un problema del pasado o de lugares lejanos, pero en realidad sigue siendo una grave amenaza para las niñas de todo el mundo.
Aunque las tasas mundiales de matrimonio infantil descienden lentamente, los lugares con las tasas más elevadas son también los que registran un mayor crecimiento demográfico, lo que significa que se espera que el número absoluto de matrimonios infantiles aumente.
El problema es world. El mayor número de novias infantiles vive en la región de Asia y el Pacífico, la tasa más alta de matrimonio infantil se observa en el África subsahariana. Además, debido a la falta de avances en América Latina y el Caribe se prevé que esta región tendrá la segunda mayor prevalencia de matrimonio infantil en 2030.
Sin embargo, el problema no se limita a los países en desarrollo. También se da en países como el Reino Unido y Estados Unidos.
“Básicamente me presentaron a alguien por la mañana y me obligaron a casarme con él esa misma noche”, cuenta Sara Tasneem, recordando su matrimonio, primero una unión espiritual casual a los 15 años y luego legalmente a los 16. “Me quedé embarazada enseguida, y nos casamos legalmente en Reno, Nevada, donde sólo hacía falta un permiso firmado por mi padre”.
Para cambiar esta situación, hay que acelerar las acciones para acabar con el matrimonio infantil, especialmente empoderando a las niñas.
“Tenía 13 años cuando mi padre me entregó en matrimonio a un primo”, cuenta Hadiza, de 16 años, en Níger. Afortunadamente, tuvo acceso a un espacio seguro a través de un programa para jóvenes apoyado por el UNFPA. “Hablé con un mentor del espacio seguro, quien, con la ayuda del jefe del barrio, negoció con mis padres el aplazamiento de la boda”.
Hoy, Hadiza es aprendiz de sastre y aprende a ser económicamente autosuficiente. “Dentro de tres años pienso casarme con el hombre al que amo”, afirma.

Mito 4: Es una cuestión cultural o religiosa
El matrimonio infantil se presenta a veces erróneamente como una práctica religiosa o culturalmente obligatoria. Pero no hay ninguna tradición religiosa importante que lo exija.
De hecho, los líderes culturales y religiosos de todo el mundo suelen adoptar una postura firme contra el matrimonio infantil, especialmente cuando se les proporcionan pruebas sobre las consecuencias de esta práctica.
“Siempre hemos enseñado a los jóvenes que, tanto religiosa como legalmente, no period aconsejable”, afirma Shirkhan Chobanov, imán de la mezquita Jumah de Tiflis (Georgia). “También explicamos a esos jóvenes que tenían que cumplir otras tareas, principalmente relativas a su educación, antes de pensar en formar una familia”.
El UNFPA colabora con líderes religiosos de todo el mundo que trabajan para acabar con el matrimonio infantil, entre ellos sacerdotes, monjes, monjas e imanes.
“Estamos viendo muy buenos resultados en lo que se refiere a evitar el matrimonio infantil”, afirma Gebreegziabher Tiku, sacerdote etíope.

Mito 5: Sólo les pasa a las chicas
Aunque la inmensa mayoría de los matrimonios infantiles afectan a niñas, los niños también pueden ser casados.
En todo el mundo, 115 millones de niños y hombres se casaron antes de los 18 años, según datos del 2019. Estas uniones también están vinculadas a una paternidad precoz, una educación limitada y menores oportunidades en la vida.
Sin embargo, esta práctica afecta de forma desproporcionada a las niñas. Una de cada cinco mujeres jóvenes, de entre 20 y 24 años, se ha casado antes de cumplir los 18, frente a uno de cada 30 hombres jóvenes. Las tasas de matrimonio infantil entre niños son muy bajas incluso en países donde el matrimonio infantil entre niñas es relativamente alto.
Independientemente del sexo del menor afectado o del país en el que tenga lugar la unión, el matrimonio infantil es una práctica nociva que requiere abordar un conjunto común de causas profundas. Entre ellas se encuentran: la desigualdad económica, el acceso limitado a servicios e información sobre salud sexual y reproductiva, y factores como los conflictos. Una de las principales causas profundas, la desigualdad de género, requiere una atención urgente y renovada.
“Aunque hemos abolido el matrimonio infantil, no hemos abolido la masculinidad depredadora”, afirmó la doctora Gabrielle Hosein, directora del Instituto de Estudios de Género y Desarrollo de la Universidad de las Indias Occidentales, en Trinidad y Tobago, poco después de que ese país ilegalizara el matrimonio infantil.
Kevin Liverpool, activista del grupo de defensa CariMAN, afirmó que los hombres y los niños tienen un papel elementary que desempeñar. “Es importante concienciar a estos grupos, a estas personas, sobre qué es el feminismo, por qué la igualdad de género es importante para las mujeres, pero también para los hombres y para toda la sociedad”.