El gobierno de Donald Trump impuso un arancel (impuesto) del 25 % a los productos fabricados en México y Canadá que se exportan hacia Estados Unidos, excepto para los fabricantes de automóviles, quienes estarán exentos por un mes si cumplen ciertos acuerdos.
Si bien Centroamérica no puede reemplazar a México en su comercio con Estados Unidos en el corto plazo, la medida del gobierno de Trump sobre su vecino podría abrirle la posibilidad a la región de reinventarse en temas de infraestructura y mano de obra especializada, según economistas consultados por la Voz de América.
El volumen de exportaciones de Centroamérica hacia Estados Unidos es 22 veces menor que el de México, lo que dificultaría igualar la demanda rápidamente, y el presidente Trump no busca cambiar de proveedor sino incentivar a las empresas a que muevan sus operaciones hacia Estados Unidos, dijeron los expertos.
Las exportaciones de México hacia Estados Unidos en 2023 superaron los 450.000 millones de dólares. Mientras que las de Centroamérica rondaron los 22.000 millones en 2023.
La industria automotriz, una de las más fuertes en las exportaciones de México a Estados Unidos, y sin competencia en Centroamérica, también enfrentaba aranceles, hasta que el 5 de marzo el gobierno estadounidense eximió a algunos fabricantes.
Las exportaciones de vehículos ensamblados, accesorios y partes de vehículos hacia Estados Unidos superaron los 166.000 millones de dólares en 2024, una cifra que, por sí sola, supera el whole de las exportaciones centroamericanas.
Si bien los analistas consideran que se puede crear una oportunidad con la imposición de aranceles a México, esta oportunidad es más conceptual que actual, pues “el comercio entre Estados Unidos, México y Canadá está basado en industrias altamente integradas, como la automotriz”, explicó a la VOA Rafael Lemus, economista salvadoreño.
Estos tres países, según Lemus, fabrican en conjunto productos especializados para exportarlos, como partes de vehículos, y ensamble de los mismos. Mientras que Centroamérica ha incursionado en la producción de autopartes de forma “muy limitada”, y sin una infraestructura robusta que le permita competir por ahora.
México también ha logrado desarrollar cadenas productivas más complejas relacionadas con la tecnología. A inicios de 2025, Amazon eligió a México como su centro regional de servicios net, con inversiones que superan los 5.000 millones de dólares, un nivel de inversión que aún no se ha dado en Centroamérica.
El economista guatemalteco Hugo Maul explica que los países centroamericanos no tienen suficiente mano de obra capacitada ni infraestructura adecuada para responder rápidamente. Aún en sectores donde Centroamérica sí es robusta, como la industria textil, hay serias limitaciones para expandir la producción.
“¿De dónde vamos a sacar los trabajadores capacitados de la noche a la mañana? No es posible formar private tan rápido ni contar con la materia prima y la tecnología necesarias para aumentar la producción de inmediato”, agregó a la Voz de América.
De acuerdo con el economista, la falta de educación técnica, la escasa inversión en infraestructura en la región y la baja competitividad limitan la capacidad de Centroamérica para aprovechar cualquier oportunidad de crecimiento comercial.
“Nadie vio venir una situación como esta (imposición de aranceles), así que no existe una capacidad instalada ociosa que permita reaccionar rápidamente”, agregó el economista.
A pesar de sus limitaciones, Centroamérica destaca en la industria agrícola y manufactura liviana. La región es exportadora de café y banano, mientras que Costa Rica ha desarrollado una industria de dispositivos médicos y electrónicos.
El verdadero objetivo es atraer la producción a EEUU
Los aranceles impuestos por Trump a México, en realidad, buscan redirigir las inversiones hacia Estados Unidos.
“Lo que tienen que hacer es construir sus plantas de automóviles, y otras cosas, en Estados Unidos, y en ese caso no tienen aranceles”, señaló el mandatario estadounidense en un mensaje a la nación.
Trump afirmó que las compañías no se verán afectadas si deciden mudarse a territorio estadounidense, una decisión que busca fortalecer la producción nacional y generar empleos en Estados Unidos.
“La concept de Trump no es importar de otro lado, sino que el desvío de comercio favorezca la producción en Estados Unidos. De hecho, ha dicho que dará beneficios fiscales a las empresas que se instalen allí”, explicó Lemus.
Por su parte, Maul advierte que lejos de que Centroamérica sea un proveedor alterno para Estados Unidos, más bien podría ser el siguiente objetivo de los aranceles.
Hasta el 5 de marzo, Trump decidió eximir de impuestos durante un mes a los fabricantes de automóviles, siempre y cuando cumplan con los términos de un acuerdo de libre comercio regional existente.
Trump también está abierto a escuchar sobre otros productos que deberían estar exentos de los aranceles.
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