En el artículo de EL PAÍS sobre los presuntos abusos en el CNIO por parte de su directora, se comenta que “el precise protocolo contra el acoso en el centro es de abril de 2023 y ya prevé garantías como que la identidad de los denunciantes permanezca anónima y que las denuncias sean gestionadas por abogados y comités externos”. Sería muy útil explicar que, en realidad, ese “protocolo” no viene dado por la buena voluntad de los responsables del CNIO, sino del obligado cumplimiento de la Ley 2/2023, de 20 de febrero, reguladora de la protección de las personas que informen sobre infracciones normativas y de lucha contra la corrupción. Esta ley marca cómo han de ser estos protocolos y cómo proteger de represalias a los y las denunciantes. Si los trabajadores y trabajadoras conocieran más este tipo de instrumentos (aunque la ley obligue a las empresas a darles visibilidad, estas no suelen hacerlo) los jefes con aires de dictadores se pensarían dos veces semejantes tropelías.
Daniel Mayor Isaac. Villanueva y Geltrú (Barcelona)
No a la sanidad privada
No acabo de entender por qué el Gobierno va a gastar 4.800 millones de euros para rescatar a Muface y pagar a Adeslas y otras aseguradoras para que los funcionarios puedan seguir disfrutando de una sanidad privada, en lugar de dar ese dinero a la Seguridad Social y que se puedan contratar enfermeras y médicos donde los funcionarios sean atendidos como cualquier otro trabajador. Eso significa que con nuestro dinero continuaremos pagando a los funcionarios una sanidad privada.
Julia Peinado Onsurbe. Castellón
Promesas vacías
Tres meses después de la catastrófica dana, mi pueblo, Villel de Mesa (Guadalajara), en el que apenas vivimos 150 habitantes, sigue esperando todas aquellas soluciones que los políticos prometieron. Seguimos sin bar, un punto de encuentro esencial en un lugar tan pequeño y con población muy envejecida, sin farmacia y contemplando con miedo cómo el río vuelve a crecer cada vez que viene un temporal. La Confederación Hidrográfica del Ebro se lava las manos y pasa la pelota al Gobierno de Castilla-La Mancha. Mientras tanto, el río Mesa sigue con un cauce roto e incierto, que anega las parcelas colindantes cada vez que caen cuatro gotas.
Lucía García López. Villel de Mesa (Guadalajara)
Derroche
Soy una mujer de 69 años. Cuando period niña iba con mi madre al mercado, concretamente al de Pacífico. Tengo el recuerdo de que si ibas a partir de las seis de la tarde quedando una hora o incluso dos para cerrar ya no había casi pescado en las pescaderías, si querías comprar tenías que conformarte con lo que quedaba. Hace unos días fui al mercado Maravillas de Madrid y casualmente period última hora de la tarde. Con gran tristeza comprobé que todas las pescaderías estaban a rebosar de pescado y me pregunté: ¿A dónde va toda esa barbaridad de pescado en tantos puestos de estos mercados y grandes superficies? ¿Estamos derrochando innecesariamente pesca aunque parte sea de criadero?
Isabel de la Fuente Ortega. Madrid