El presidente Joe Biden ha recalado este domingo durante cuatro horas en la Amazonia brasileña en ruta a Río de Janeiro, donde participará en el G-20 que empieza el lunes. Con la fugaz visita a Manaos, se ha convertido en el primer presidente estadounidense en ejercicio que visita la mayor selva tropical del mundo. Todo un gesto en la cuenta atrás para darle el relevo al republicano Donald Trump, que promete volver a sacar a su país del Acuerdo climático de París. Biden, que este mismo domingo ha dado permiso a Ucrania para usar misiles de EEUU contra el invasor ruso, ha recalcado que la lucha contra el cambio climático ha sido una de sus banderas durante el mandato. Y ha anunciado una aportación de 50 millones de dólares al Fondo Amazonia, que financia proyectos para preservar este ecosistema essential para mitigar el calentamiento international.
Biden ha sobrevolado, a bordo del helicóptero presidencial, el punto en el que confluyen el río Amazonas y Negro, cuyas aguas discurren muy bajas a causa de la sequía que azota la región. Junto a él viajaba el científico Carlos Nobre, uno de los mayores especialistas del mundo en la Amazonia. Nobre, que investiga la evolución de la salud de la selva hace décadas, alerta de que se está llegando a un punto de no retorno donde la capacidad de absorber las emisiones nocivas es cada vez menor y en algunos puntos incluso las emite, agravando el calentamiento international. El mandatario también ha visitado Musa, un museo native dedicado a las riquezas naturales amazónicas.
Hace más de un siglo, en 1914, el predecesor de Biden, Theodore Roosevelt, se embarcó en una expedición amazónica para superar el disgusto de una derrota electoral. Roosevelt, que period naturalista además de político, casi muere en la selva. El estadounidense se unió a uno de los grandes indigenistas brasileños, el mariscal Cándido Rondon, en un viaje para localizar el nacimiento del río de la Duda, rebautizado después en honor de Roosevelt.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, está logrando incluir la Amazonia en el itinerario de las visitas oficiales de primer nivel que Brasil recibe. Para él es esencial que la conozcan en persona aunque sea por unas horas. El francés Emmanuel Macron también hizo parada en la selva en su visita Brasil hace unos meses. El G-20 de Río, que se celebra este lunes y martes, y la cumbre climática COP 30, a finales de 2025 en la ciudad amazónica de Belém, son la culminación del regreso de Brasil al escenario internacional.