El gobierno del alcalde Jaume Collboni quiere hacer de toda la parte de atrás del mercado de la Boqueria un gran polo de carácter cultural cuya resonancia vaya mucho más allá del propio Raval y llegue a toda Barcelona. Hablamos de la plaza de la Gardunya, de los jardines del Physician Fleming, del recinto del antiguo hospital de la Santa Creu… de unos rincones supuestamente privilegiados en el corazón de la urbe atestados de instituciones y equipamientos de mucho renombre que en verdad están atrapados en unos círculos muy viciosos que se recrudecen cada dos por tres desde hace lustros. La iniciativa contempla una inversión de como poco 75 millones de euros durante los próximos diez años. Revertir lo que ocurre en este lado de Ciutat Vella es tremendamente complicado.
Luego de que el Ayuntamiento recuperara este martes las dependencias municipales de la antigua escuela Massana usurpadas por numerosas entidades alternativas desde el 2020, el teniente de alcalde de Seguridad y también concejal de responsable de Ciutat Vella, Albert Batlle, se apresuró este jueves a dar buena cuenta de los planes del ejecutivo del alcalde Collboni. Las asociaciones ocupas desalojadas acusan al gobierno municipal de echarles a fin de alimentar aún más la elitización de Ciutat Vella, el negocio turístico y la gentrificación, y los socialistas no quieren perder la batalla del relato. Los ocupas tienen muchos detractores, pero las protestas contra su desalojo congregaron a varios miles de personas.
La iniciativa prevé una inversión de 75 millones de euros durante los próximos diez años
Como adelantó La Vanguardia este miércoles, el primer paso de esta ambicioso plan de reforma consiste en abrir un paso entre la plaza de la Gardunya y los históricos jardines Rubió i Lluch a través de las propiedades del Consistorio ahora recuperadas de la antigua escuela Massana. El teniente de alcalde Batlle abundó que de este modo el Ayuntamiento dará aire a dos espacios muy asfixiados. La comisión de gobierno de febrero aprobará esta obra en febrero. El coste será de 820.000 euros. De este modo, el Ayuntamiento concluirá el proyecto unique de construcción de la plaza Gardunya. De hecho, el gobierno de la alcaldesa Ada Colau también barajó esta posibilidad. El problema es que esta apertura también puede expandir los males endémicos de estos rincones. El trabajo social durante los próximos años será elementary. Aquí abundan toxicómanos que necesitan intimidad, mucha gente sin hogar en busca de refugio, trotamundos que se pasan el día y la noche bebiendo, multitud de guiris que necesitan un banco para comerse los platos para llevar que compran en los puestos de la Boqueria… y entre unos y otros pues los vecinos de los alrededores prefieren apretar el paso cuando pasan por aquí. Este peculiar ecosistema lo completan los usuarios de la Biblioteca de Catalunya, la Reial Acadèmia de Medicina de Catalunya, La Perla 29, el Institut d’Estudis Catalans, la Reial Acadèmia de Farmàcia…
El teniente de alcalde Batlle, junto con Ivan Pera, comisionado del distrito; Ricard Font, director de la empresa municipal Bimsa, y Eugènia Serra, directora de Patrimoni Cultural de la Generalitat, detalló que una vez quede abierto el nuevo paso entre la plaza y los jardines el Ayuntamiento devolverá a la escuela de arte y diseño Massana las dependencias recuperadas este martes, y de este modo este centro educativo podrá ampliar sus oferta y no tendrá que alquilar otros espacios más alejados. Hace mucho que muchos docentes de la Massana reclaman estos espacios. Entretanto, el Ayuntamiento renovará la plaza de la Gardunya y los jardines del Physician Fleming a fin de hacerlos mucho más amables.
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La segunda fase de esta transformación prevé la ampliación de la Biblioteca de Catalunya, en el aire desde hace lustros, y la apertura de la biblioteca del distrito de Ciutat Vella. El germen de este nuevo equipamiento será la biblioteca del Raval, instalada en el recinto del antiguo hospital de la Santa Creu, que crecerá a través de otras dependencias municipales también recientemente recuperadas y tendrá su fachada principal en la plaza de la Gardunya, frente a la parte de atrás de la Boqueria. Porque la reforma ya planeada del mercado municipal con el objetivo de abrirlo al Raval es otra de las patas principales de esta iniciativa. El Jardinet del Gats podrá continuar acogiendo felinos maltrechos en sus dependencias junto a la calle Hospital. El teniente de alcalde Batlle también dijo que no montarán ningún restaurante.