El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró el martes que fueron capturados siete mercenarios, incluyendo a “dos importantes” de Estados Unidos, dos “sicarios” colombianos y tres provenientes de Ucrania.
“Están capturados, los agarraron con los kilos, compadre. De altísimo nivel como nunca se habían capturado en Venezuela, están convictos y estoy seguro que en las próximas horas estarán confesos. Venían a desarrollar acciones terroristas contra la paz de Venezuela”, sostuvo.
“Solamente entre los meses de noviembre y diciembre se capturaron 125 mercenarios extranjeros de 25 nacionalidades que venían a practicar el terrorismo contra el pueblo de Venezuela”, afirmó.
Más temprano, su ministro de Inside y Justicia, Diosdado Cabello, anunció el desmantelamiento de un “peligroso” grupo de mercenarios vinculado a “sectores venezolanos”.
“Muy cercanos a los borrachos y a los ebrios, a los cobardes, a los que se fueron”, aseguró el martes en un acto transmitido por el canal del Estado desde el estado Portuguesa.
Los anuncios ocurren en medio de una escalada de las tensiones y de la incertidumbre a solo días de que sea juramentado el presidente electo del país.
Tanto Maduro como el líder opositor, Edmundo González Urrutia, reconocido como presidente electo por varios gobiernos, se adjudican la victoria en las elecciones presidenciales del 28 de julio. Ambos esperan asumir la presidencia el viernes próximo.
A pesar de la insistencia de parte de la comunidad internacional que pidió resultados transparentes y verificables, el organismo electoral no divulgó datos desglosados, pero la oposición publicó actas que conservaron sus testigos de mesa y que darían a González Urrutia como vencedor.
Los resultados de los comicios provocaron protestas que dejaron 28 muertos y más de 2400 personas arrestadas. Instancias internacionales defensoras de derechos humanos denunciaron un incremento de la represión en el país.
En enero del año pasado, las autoridades venezolanas comenzaron a denunciar presuntos planes conspirativos contra el gobierno, en los que implicaron a la CIA, agentes de inteligencia del ejército de Colombia, entre otros organismos, y empezaron a emitir órdenes de arresto contra dirigentes políticos opositores, sindicales, defensores de DDHH y periodistas, entre otros.
A finales del año pasado, Cabello anunció que ciudadanos estadounidenses y españoles, entre otras nacionalidades, fueron arrestados en Venezuela por presuntamente intentar desestabilizar al gobierno.
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