A caballo entre Barcelona y Madrid, y con la mirada ahora también en Washington, Ignacio Garriga (Sant Cugat, 1987) aborda la relación con la Administración Trump y sus políticas arancelarias y sienta, en clave española, las condiciones de una eventual gobernación a futuro con el PP. En Catalunya, avisa de que la “inmigración desbordada” amenaza la identidad catalana
¿Cómo puede compatibilizar Vox su patriotismo español con el apoyo a Donald Trump, y el impacto que puede suponer para España su política arancelaria?
Siempre hemos dicho que no nos gustan los aranceles y estaremos en contra de cualquier perjuicio para el campo, la industria y los trabajadores españoles. Seguiremos defendiendo la soberanía de España frente a Estados Unidos, y frente a Bruselas, como también la competencia desleal de Marruecos o cualquier otro país. Si tuviéramos responsabilidades de Gobierno iríamos a negociar la rebaja de los aranceles y no a abrazar un régimen totalitario como el chino
¿Tenían previsto mantener un apoyo más firme a Trump que ahora matizan?
Igual que con otros socios, hay puntos de encuentro y diferencias, pero siempre pondremos los intereses nacionales por encima. Con la Administración Trump vamos a coincidir en muchas cosas buenas para el mundo. La guerra cultural que lidera Estados Unidos frente al capitalismo moralista, frente a unas administraciones que han utilizado el dinero del contribuyente para condicionar agendas ideológicas, para promover el nefasto wokismo de la anterior administración americana y las élites de Bruselas. Las políticas de género, el fanatismo climático, la rendición de las fronteras al mal llamado multiculturalismo. Europa no puede convertirse en Eurasia. Es también un buen momento para exigir a los que se rasgan las vestiduras porqué Marruecos tiene un 200% de aranceles en productos lácteos o porqué se comen naranjas de Sudáfrica. El enemigo para el campo no sólo está en Estados Unidos, sino en el Pacto Verde de Bruselas.
Los aranceles de Trump
“No nos gustan, defendemos la soberanía nacional frente a EE.UU y Bruselas”
¿Cuál es el techo de Vox, ve posible a sustituir al PP como ha pasado en otros países europeos?
Aspiramos a ser la primera fuerza nacional y gobernar España. El PP y el PSOE están instalados en la alternancia, nosotros somos alternativa. Alberto Núñez Feijóo tiene que decidir entre seguir con la simbiosis con el PSOE. O apostar, como han hecho algunos líderes regionales del PP que han visto que el camino pasa por construir esta alternativa al poder. Una alternativa que pasa por derogar todas las políticas impulsadas por el PSOE en los últimos años, con un plan de reconstrucción nacional. En Valencia estamos demostrando que las políticas del Pacto Verde y las de inmigración son nefastas para los ciudadanos.
¿Las negociaciones abiertas con las comunidades del PP para pactar los presupuestos son un ensayo para un acuerdo tras las próximas generales?
No vamos a facilitar un gobierno de la nación que no deshaga el camino hecho estos últimos 40 años. Un camino que nos ha llevado a imposiciones climáticas, el desborde de la inmigración ilegal, la inseguridad, el saqueo fiscal. Si el PP está dispuesto a recorrer el camino, Vox estará para gobernar España con responsabilidad. La pregunta es qué PP nos vamos a encontrar cuando se produzcan las elecciones. ¿Un PP como el de Valencia, dispuesto a derogar el Pacto Verde europeo, las políticas migratorias y hacer una revolución fiscal?. ¿O un PP como el de Extremadura que abraza al PSOE?
¿Funciona el canal de comunicación abierto entre el PP y Vox?
Pactos autonómicos
“¿Qué quiere el PP, un pacto como en Valencia o abrazarse al PSOE como en Extremadura?”
Ahora las conversaciones con el PP no son fluidas. Feijóo está en una actitud de seguidismo del PSOE. Con esta actitud no hay posibilidad de diálogo, pero nuestra responsabilidad estará siempre en tender la mano con las condiciones que he expuesto. Espero que haya responsabilidad por parte de Feijóo.
Vox ha dado oxígeno al presidente valenciano, Carlos Mazón, con el apoyo presupuestarios. ¿No supone un aval a la gestión de la Dana?
Rotundamente no. Damos un balón de oxígeno a los valencianos, no a Mazón. Además, el verdadero responsable de las muertes y de la mala gestión de la Dana ha sido el presidente Pedro Sánchez que pudiendo movilizar todos los recursos dijo que “quien quiera que pida ayuda”. Haremos todo lo que esté en nuestras manos, con responsabilidad, penal si es necesario, para denunciar su dejación de funciones.
En Catalunya está en marcha una nueva legislatura. Se mantiene lo que se denomina el “cordón sanitario“” contra Vox, pero también es la primera vez que su partido preside una comisión parlamentario. ¿Se mueve el escenario político?
La nueva legislatura debe de abordarse desde dos cuestiones. Por un lado, sigue persistiendo el mal llamado “cordón sanitario” a más de 300.000 catalanes. Es el desprecio sistemático a unos catalanes a los que se les niega poder defender proyectos de ley en el Parlament por el criterio sectario de la Mesa. Uno de los grandes logros de Vox es que ha conseguido poner en el centro del debate político temas que antes ninguna formación política estaba dispuesta a abordar, como es el fenómeno de la inmigración ilegal y la inseguridad. Y, por otro, la llegada de Salvador Illa, que yo la denominaría como la gran estafa política. Se presentó como alternativa y el resultado es el continuismo con respecto a Junts y ERC. Catalunya aborda cinco grandes disaster que Illa no está sabiendo resolver: la seguridad, una disaster de identidad con la inmigración ilegal. Hay una tercera disaster educativa, junto a la vivienda y los servicios públicos. Illa está agravando los problemas y hoy estamos peor que hace 10 años.
Habla de una disaster de la identidad catalana debido, cube, a la inmigración desbordada
Es el momento de reivindicar la maravillosa forma de ser catalán, que es una de las mejores formas de ser español. Hoy Catalunya está más cerca de cambiar su calendario laboral y que sea festivo el Ramadán en vez de la Pascua de Resurrección.Nuestro deber es proteger la Catalunya que vivieron nuestros padres y abuelos. Hoy Catalunya es Francia o Bélgica con diez años de retraso.
La legislatura catalana
“La inmigración desbocada amenaza la identidad catalana, Catalunya está como Francia o Bélgica con diez años de retraso”
Un discurso con muchas coincidencias con Aliança Catalana (AC). ¿Les preocupa el ascenso de esta formación?
Celebramos el ascenso de Aliança Catalana porque está poniendo en el centro con mayor fuerza el debate sobre la inmigración ilegal y la pérdida de identidad. Y también celebramos que sea una clara fuga de votos de Junts, que dificulte los pactos en el espectro separatista.
En el Parlament se está configurando en algunas votaciones el eje izquierda-derecha. ¿Ve factible alguna colaboración en este eje con Junts, PP y AC?
Seguramente somos el único grupo que ha votado iniciativas de otras formaciones si benefician el bienestar de los catalanes. Hemos coincidido en votaciones porque venimos a construir una alternativa, y esto pasa por puntos de coincidencia. Y seguiremos construyendo esta alternativa porque no renuncio a que en Catalunya haya un gobierno de Vox. Nadie pensaba cuando ERC tenía siete escaños que gobernaría la Generalitat, nosotros tenemos 11. Es cuestión de tiempo. Es importante que las políticas que defiende Vox puedan condicionar un gobierno nacional y en Catalunya.
Operación Catalunya
“Hay que utilizar todos los recursos ante una amenaza a la unidad territorial, pero nunca saltarse la legalidad, bajo ningún concpeto”
¿Cuál es su opinión sobre la operación Catalunya?¿Es lícito que desde el aparato del Estado se quiera parar de cualquier forma al independentismo?
El bipartidismo ha instrumentalizado durante mucho tiempo a las Fuerzas de Seguridad y la justicia en beneficio propio. Frente a las amenazas a la unidad territorial hay que utilizar todos los resortes del Estado para identificar amenazas y sentarlas ante la justicia. Pero nunca, bajo ningún concepto, saltándonos la legalidad vigente.