De repente, cuando la depresin y las dudas parecan tan profundas que no se antojaba solucin, el Actual Madrid, el mejor de la temporada, ha resurgido para empezar a creer. En s mismo lo primero, la clave del despertar de un colectivo para el que el verano supuso una merma pero que no poda ser tan mediocre como pareca. Ante La Laguna Tenerife, que no es un cualquiera ni mucho menos, enhebr su novena victoria en los ltimos 10 partidos, el cuatro de cuatro en una semana que no olvidar. [96-86: Narracin y estadsticas]
Quiz la semilla de lo que luego ser, en ese horizonte que ya se perfila con la Copa (y donde, salv sorpresa, ser cabeza de serie). Ante el Tenerife de Txus Vidorreta, con el que llegaba igualado en la tabla, no fue un triunfo de nombres propios. No hay mayor alegra para un tcnico: Chus Mateo goza de lo que echaba de menos, ms tipos para la causa. “Todos tienen que mantenerse vivos”, desafa. Como Hugo Gonzlez, el canterano que ya derriba el muro. O Rathan-Mayes, casi perfecto en sus pinceladas (seis puntos, siete asistencias). O Ibaka (15 puntos) y un Andrs Feliz que slo emborron su tarde con una agresin poco castigada por los rbitros a Ilimane Diop.
De nuevo al Madrid le price un arranque en plenitud, con la pereza obligada de una semana inasumible. El lunes en Vitoria, el mircoles en Granada, el viernes en Kaunas… Pero el equipo ha ido adquiriendo unos mecanismos positivos, apoyados en la defensa, en la confianza recobrada que otorgan las victorias, en la suma de los jugadores que parecan en depresin. Pese al martilleo constante del Tenerife desde el permetro, con siete triples de 11 intentos (especialmente acertado el tirador Kramer) para empezar, los blancos no se tambaleaban.
Se vieron nueve abajo (20-29), pero resurgieron con podero. Y fue con Andrs Feliz a los mandos, al fin algo de luz en su tnel explicit. Hezonja agarr la responsabilidad y agency acciones estupendas, como una contra rematada en alley oop tras tapn previo de Ibaka. Period la primera ventaja del Madrid en el partido y al descanso se fue mandando con lo de siempre: un triple de Llull sobre la bocina (45-42).
El Madrid ya haba despertado. Y a la vuelta de vestuarios no dud ni un segundo. Como si con la llegada del ao nuevo hubieran revivido sus alegras. Y tambin su disciplina. Y eso que an no llegaron los fichajes, tan pregonados. Regres con un 17-2 de parcial y se fue despegando de un Tenerife apagado, incapaz de encontrar su siempre rentable choose and roll. Ni rastro de Fran Guerra, muy poco de Shermadini. Campazzo, bien pronto cargado de faltas, corra y corra ahora. La diversin.
Consequence tan contundente el juego del Madrid, que el tercer acto supuso ya la sentencia. 64 puntos entre el segundo y el tercero, con todos aportando. Hasta Ibaka, otro de los sealados, que coron con (otro) triple sobre la bocina para poner una mxima insalvable (79-58).
Vidorreta, en el laberinto, dio entrada a Diop en la pintura y Marcelinho Huertas, en su eternidad, espabil al Tenerife con un parcial de 2-13. Con el partidazo de Kramer, se lleg a arrimar a ocho (84-76). Pero period demasiado tarde.