Beber alcohol está demasiado normalizado. Es recurring en el aperitivo de los fines de semana, tras el trabajo, en las fiestas… Si en una reunión de amigos alguien resolve pedir agua, un refresco o una cerveza sin, se le pregunta si se está medicando o si le ocurre algo. Ser abstemio sorprende.
Esta Nochevieja ocurrió algo insólito y que fue celebrado en redes: el brindis que dio la bienvenida al año nuevo en Televisión Española fue sin alcohol. Los presentadores, Lalachus y David Broncano, en lugar de descorchar el cava, el champán o la sidra que acostumbran las casas españolas, abrieron una botella de champín, una bebida espumosa 0,0% “especialmente pensada para reuniones y fiestas juveniles”, como reza la internet de la empresa granadina que la comercializa, porque —de nuevo— lo regular en adultos es el alcohol y por eso, cuando durante una celebración alguien levanta una copa sin, suele recibir una reprimenda del resto porque “brindar con agua da mala suerte”.
Tampoco vemos mal que uno vuelva al trabajo tras la pausa de la comida con cierto grado de alcohol en sangre por haber bebido con el menú del día. Una enfermera hablaba de esto en X hace un tiempo: contaba que vio bebidas alcohólicas en todas las mesas de un bar y que en todas había personas con ropa de trabajo. “Si vas a trabajar después de haber bebido, tu capacidad se va a ver mermada. ¿Qué os parecería si yo cojo una vía a un niño después de haberme bebido una cerveza y un carajillo? ¿A que os parecería deadly?”, tuiteaba.
Según la Organización Mundial de la Salud, cada año se registran 2,6 millones de muertes atribuibles al consumo de alcohol. En España, la Monografía sobre alcohol 2024, elaborada por el Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones y la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, estimó que en el año 2021 fallecieron 13.887 personas por esta causa, la gran mayoría por cáncer o enfermedades digestivas provocadas por la ingesta de bebidas alcohólicas.
Según ese documento, la frecuencia del consumo en los 16 años —la edad en la que los jóvenes españoles comienzan a beber— ha descendido entre 2012 y 2021. Es un dato positivo: parece que son cada vez más conscientes de los efectos negativos del alcohol y no todos optan por emborracharse para divertirse. Hay muchos que no beben y no tienen miedo de decirlo. Incluso le han puesto nombre al movimiento abstemio, sober curious, una tendencia a la que se apuntan cada vez más miembros de la generación Z.
@jodie.melissa It has been 18 months since I finished ingesting… So I assumed I might share some sincere reflections for anybody else that is “sober curious” or been having comparable ideas about stopping! I used to be very a lot a social drinker, and all through my teenage years/ uni I might binge drink (actually, it was simply form of the norm for me on the time and one thing that was by no means questioned, guessing I am not alone on this?). I do not look again at that youthful model of myself and decide, it was simply the best way it was, however as I went by way of my 20’s I began paying extra consideration to my relationship with alcohol… There have been two predominant components that led me to cease; 1. Usually I might drink greater than I might intend to in social conditions (then pay the value the subsequent day) 2. I felt extra relaxed after ingesting and fewer anxious in social conditions. It wasn’t insufferable for me to not drink, however I actually wished to construct that muscle of feeling comfy in my very own pores and skin and relaxed without having assist from alcohol! I might been eager about not ingesting for over a 12 months earlier than really doing it, and searching again now it was positively how a lot that it is part of society that put me off for thus lengthy, however, it was the perfect resolution for me in so some ways (particularly not there’s loads of alcohol free choices). I filmed a complete YouTube video on this when you’re ! #alcoholfreejourney #sobercuriousmovement #sobercurious
@elojoquetodolv escribió hace unos días en X: “Tengo primos de 18-20 años y en su grupo de amigos hay muchos que no beben alcohol de fiesta y en normal. Es algo que yo no vi de casi nadie cuando tenía esa edad. No sé si es una casualidad o se está dando cada vez más, pero me alegra oírlo”, y compartía un vídeo de la influencer Marta Díaz contando a sus 5,7 millones de seguidores en TikTok que no bebe porque ni le gusta ni es bueno para la salud: “La combinación perfecta para no beber”. “No entiendo por qué tenemos que justificarnos tanto cuando no bebemos alcohol”, le respondía una seguidora; “Yo soy igual que tú y cuando salgo de fiesta lo paso de maravilla y bailo como la que más. No necesito beber para bailar, hablar con desconocidos o reírme a carcajadas”, rezaba otro comentario.
En 2024, numerosas celebridades han dicho haber dejado el alcohol. Una especie de salida del armario del mueble bar: Dani Martín y Jorge Javier Vázquez lo confesaban en estas páginas, Mario Casas y Nathy Peluso lo hacían en La revuelta conversando con David Broncano, que tampoco bebe una gota. Tampoco bebe la excelente viñetista de este diario Flavita Banana, que cuenta que desde entonces es más creativa y controla y ordena mejor sus concepts y, por tanto, su vida. Ojalá calen sus mensajes en los jóvenes y no tan jóvenes.