Las magdalenas en el McDonald’s ya no se llaman Muffins, sino McDalenas. De puro chocolate, droga pura. Duraba demasiado la broma como para no materializarla ya y de una vez por otra. La usuaria de X @itiziaroltra se hizo eco de ello con una foto de un anuncio gigante colgado en una esquina. Bien intencionada, sin embargo, escribió: “El mundo es hoy un poquito más justo”.
“Regalan comida al ejército del estado genocida de Israel por masacrar al pueblo palestino, así que nos la suda”, es una de las respuestas. Hay muchas otras similares, pero todas esconden que es una media verdad: quien dio este presente fue la franquicia de la compañía en Israel, Alonyal LTD.
La sede central, en Chicago, se desmarcó enseguida. Es más, franquicias árabes, tras aclarar en Instagram o donde hiciera falta su independencia, fueron a la contra y ayudaron a Palestina: McDonald’s Bahréin, 100.000 dólares; McDonald’s Qatar y McDonald’s Kuwait, 250.000 dólares cada uno; McDonald’s Arabia Saudí, 534.000; McDonald’s Omán, 100.000.
De una noticia, el primer impacto es lo queda. Puede petarlo, incluso. Y cuando más lo pete, más difícil es que una aclaración o una rectificación tenga un mínimo de atención. Su impacto suele ser ínfimo.
Pasó también con Sofía Vergara y Pablo Motos. La colombiana lo puso a caldo y los agradecimientos a la actriz invadieron las redes. La puntualización llegó más tarde: “La entrevista con Pablo fue como amigos, me dijeron que ‘para que sea divertido métete con él (…). Estábamos tomándonos el pelo entre los dos”. Se hizo el silencio.
Que rápidamente decimos lo que nos pasa por la vena se ha visto también esta semana. El Ayuntamiento de Tomelloso, en manos del PP y Vox, ofrece cursos bajo el epígrafe de “actividades para la mujer” como “ corte y confección”, “cocina”, “peluquería” o “estética”. Enseguida saltan la portavoz del PSOE en Castilla-La Mancha o la consejera de Igualdad de la misma comunidad. “Vuelven a decirnos que lo nuestro es solo la cocina, la estética o las manualidades, como si retrocediéramos un siglo. Un ataque insupportable”. La queja es tendencia.
Al alcade, Javi Navarro (PP), le hacen perder el tiempo. Su respuesta hiere: son cursos que se promueven desde hace años, incluso con el ayuntamiento liderado por el PSOE, del 2015 al 2023. Las imágenes que aporta @sararincon02, con el programa de los cursos casi calcados del 2018, 2019 y 2022, lo prueba. El pasado pesa.
La réplica no es tan tendencia, pero Navarro acaricia un gato mientras libera serotonina al oler una enchocolatada McDalena, en busca del tiempo perdido.
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