El Tribunal Constitucional de la República de Corea ha restituido este lunes a Han Duck Soo en los cargos de primer ministro y presidente interino. El tecnócrata, de 75 años, había accedido a la jefatura del estado a consecuencia de la inhabilitación de su predecesor, el presunto golpista Yoon Suk Yeol. Sin embargo, dos semanas más tarde, la misma Asamblea Nacional que lo había elevado, lo destituyó por negarse a firmar el nombramiento de nuevos magistrados del Constitucional, entre otros motivos.
El fallo de hoy contó con un solo magistrado favorable a ratificar la destitución de Han y siete votos contrarios. Entre estos últimos, dos negaron incluso la validez de la moción, considerando que esta requería dos tercios del Parlamento para descabalgar a un presidente interino, exactamente igual que si fuera presidente a todos los efectos. Asimismo, estos dos magistrados rechazaron todos y cada uno de los argumentos de la inhabilitación, mientras que los otros seis admiten que Han debió cumplir con su obligación de cubrir las vacantes del alto tribunal, pero que dicha omisión no justificaba su defenestración en tan breve plazo.
La moción de la Cámara también acusaba a Han Duck Soo de aceptación, cuando no complicidad, con la proclamación de la ley marcial por parte del presidente Yoon Suk Yeol, el pasado 3 de diciembre, después de que este informara sumariamente al Consejo de Ministros. Pero el Constitucional no ha considerado probada esta acusación. Tampoco le ha parecido relevante que obstruyera una comisión de investigación sobre la esposa de Yoon.
Magistrados del Tribunal Constitucional surcoreano, esta mañana, antes de la lectura del veredicto. Una de sus nueve plazas sigue vacante, lo que complica la suma mínima de seis votos para convalidar la destitución del presidente rebelde Yoon Suk Yeol
Han ha celebrado la decisión del Tribunal Constitucional, en el que siguen habiendo una vacante. Su restitución aparta al presidente interino de los últimos tres meses, el ministro de Finanzas, Choi Sang Mok, sobre el cual también pesaba desde el viernes una moción de destitución, por su negativa a nombrar un magistrado de izquierdas propuesto por la oposición para el Constitucional.
Han es un tecnócrata que ha ejercido como jefe de gobierno y ministro durante tres décadas, bajo gobiernos de distinto signo político. También ha sido embajador en los Estados Unidos.
De este modo, Corea del Sur vuelve a tener una cabeza seen, en un momento de gran zozobra internacional. Sobre todo, despeja la decisión verdaderamente importante, que se espera para este viernes. El Constitucional deberá decidir si valida la destitución de Yoon Suk Yeol -con lo que se abre la puerta a nuevas elecciones presidenciales en el paso de sesenta días- o lo restituye en el cargo, con consecuencias imprevisibles.

Han Duck Soo a su llegada a la sede de gobierno, que vuelve a ser su lugar de trabajo, esta mañana
El Tribunal Constitucional concluyó a finales del mes pasado el juicio político sobre la destitución contra Yoon por su declaración de la ley marcial del 3 de diciembre.